Se trata de pequeños símbolos que siempre escriben junto al timbre y que se repiten en casas y puertas de pisos de varios barrios de la ciudad. La alarma saltó hace una semana entre los propios habitantes, que al hablar de modo casual de las señales que habían encontrado en sus puertas miraron en otras casas de la zona y descubrieron que también se repetían. «Fue por casualidad, vimos la marca en una de las puertas de los pisos y al comentarlo entre los vecinos descubrimos que se repetía en todos los timbres de los ocho portales que forman el bloque, además en el mismo sitio y algunos con diferentes dibujos, en ese momento es cuando comenzamos a extrañarnos», dijo María Dolores, una vecina del centro de la ciudad, en la zona de la calle Lucena.
Alertados por las pintadas llamaron a la policía, que les confirmó que no eran las primeras que habían llamado para avisar de este tipo de marcas.
Así, señales del mismo estilo se repiten en zonas más alejadas del centro histórico de Antequera como la barriada de Parquesol y la avenida de la Legión. «Son rayas verticales u horizontales, en otras ocasiones se repiten pequeños espirales o lazos como los que se ponen en los días en los que se celebra algo, son las señas que más se repiten y que escriben muy pequeñitas junto al timbre de los pisos con un lápiz o bolígrafo negro, tienes que fijarte pero se distinguen perfectamente», señaló Carmen, una vecina de la zona de la plaza de las Descalzas.
Algunos de los vecinos coinciden en que en esos días vieron a varios hombres llamar por las puertas y portales vendiendo unas estampas, en otras ocasiones decían vender otros artículos.
La policía ya está investigando el asunto y no descarta que sea el modus operandi de una banda que identifica el lugar o sus inquilinos con estas señas con el objetivo de robar después en la vivienda. Aún así, aseguran también que hasta el momento no han notado un incremento de los robos de viviendas en la zona y que por ello están intensificando la vigilancia y estudiando las pintadas, y que no tiene que saltar la alarma entre los vecinos.
Del mismo modo, como en todas estas situaciones, sí piden la colaboración de los vecinos para que informen de cualquier dato que conozcan o que hayan notado en estos días para poder seguir el rastro, y que por supuesto, aumenten la precaución a la hora de abrir la puerta a extraños.
«Modus operandi»
El modus operandi de los símbolos y falsos vendedores no es desconocido para las fuerzas de seguridad, que detallan que en estos casos los ladrones o cómplices, haciéndose pasar por vendedores, identifican y sacan información a los vecinos, después señalan las viviendas e incluso realizan un seguimiento para ver durante cuánto tiempo están desocupadas; así tienen clasificadas las casas por tipos. Suelen indicar especialmente si están habitadas o no y también aquellas en las que viven colectivos más vulnerables como personas mayores, para el objetivo final, el robo.
