La señora “tuvo que ser ayudada por vecinos para poder sacar las dos piernas de una profundidad de más de medio metro, con las consecuentes heridas e hinchazón debido a los golpes por la rejillas”. La zona de la caída “se encuentra muy mal iluminada debido a que la luminaria se encuentra fundida”.
Según el presidente vecinal, miembros de la junta directiva han comunicado al funcionario de la Oficina de Vías y Obras la peligrosidad que entraña esta obra sin terminar y, en concreto, los huecos de esas rejillas que son una verdadera trampa para los viandantes.
De todo ello, según Regordán, “pueden dar fe la pareja que policía municipal que, de inmediato llamó para que trajeran conos para indicar el peligro”.