Unay Talara Robles, profesor jubilado, escribía críticas y ataques desaforados en foros de internet contra el programa científico de la Consejería de Medio Ambiente, y el Seprona se basa en los mismos para acreditar ante el titular del Juzgado de Instruccion nº 1 de Sanlúcar La Mayor los supuestos delitos.
Se da el caso de que Unay Talara saltó a los medios hace una semana por haber iniciado una huelga de hambre en solidaridad con el ciclista Alberto Contador, con un encierro en el Ayuntamiento de Ayamonte (Huelva), localidad donde vive. Robles declaró a Efe que había tomado esa decisión ante la "injusta a todas luces" sentencia y debido, sobre todo, a que agradece a Contador "haberme sacado de una depresión que sufrí, que sólo la pude superar cuando le veía correr todas las tardes". Y añadió: "Estuve muy mal, pero en mi casa sabían que cada tarde me tenían que poner delante de la tele y dejarme ver cómo corría Contador, y eso me ayudó a salir adelante".
Fuentes de la defensa de algunos de los imputados han manifestado su consternación por que el juzgado de Sanlúcar pudiera haber autorizado multitud de intervenciones telefónicas durante meses para perseguir supuestas redes internacionales de traficantes de animales en peligro de extinción, y todo ello basado en rumores, insidias o fantasías de este jubilado.
Según ha podido comprobar Viva Sevilla, el verdadero nombre de este jubilado es Fernando Robles López y ya hace 10 diez años habría denunciado a los responsables de este proyecto ante la Fiscalía de la Audiencia de Sevilla, denuncia que fue archivada.