El tiempo corre en contra del Cádiz CF. Tras consumarse el no ascenso del equipo amarillo a Segunda División A, Quique Pina lanzó un órdago a Antonio Muñoz con la intención de seguir al frente del club. La intención del empresario murciano es hacerse no sólo con la gestión deportiva del Cádiz CF, sino también con el paquete mayoritario de acciones, aunque sin pagar nada, al menos de momento.
Según Pina, hacerse cargo de las deudas que arrastra el club y a la vez configurar una plantilla de garantías son dos acciones incompatibles. Por ello, la idea que propone es hacerse con las acciones e ir pagando al actual propietario una serie de cantidades según se vayan cumpliendo los objetivos deportivos del club. La pelota está en el tejado de Muñoz, pero el tiempo corre en contra muy deprisa, ya que para iniciar la siguiente temporada hay que cerrar la anterior y, además, avalar 200.000 euros ante la RFEF.
Y mientras Muñoz se decide, Pina negocia con el Oviedo, que “reúne todos los requisitos” que le pide a un club, pero sólo irá allí de la mano del ayuntamiento”, algo que da por hecho al haber sido el propio alcalde el que contactó con él. “Quiero ayudar al Oviedo en lo que haga falta, en Cádiz se ha hecho una colaboración parecida a la que se me pide”, explica.
Ante este nuevo escenario, que podría suponer la desvinculación total del murciano con el Cádiz CF, la afición gaditana empieza a movilizarse en busca de que Muñoz acepte la propuesta y sea él quien se marche. Y para ello, peñas, colectivos y grupos de animación están uniendo sus fuerzas al firmar un comunicado que pide se marcha.