Las oficinas de farmacia de la capital se convirtieron en la jornada de ayer en el lugar para resolver las dudas ante el rediseño del copago farmacéutico y las modificaciones de las aportaciones económicas.
Los mostradores de las farmacias fueron el lugar de espera para el cliente, que con sus recetas en mano, se mostraba atento al precio que le comunicaba el farmacéutico. ¿Entonces, tengo que pagar más? ¿Y a mi, cuánto me corresponde abonar de más? fueron las dos cuestiones más planteadas por los clientes. Especialmente por los pensionistas, que pagarán un 10% del precio de sus medicamentos.
Los cotizantes activos abonarán el 40%, 50% y 60% en función de tramos de renta definidos por menos de 18.000 euros anuales, entre 18.000 y 100.000 y más de esa cantidad, respectivamente.
Los farmacéuticos se enfrentaron ayer a un modus operandi nuevo. Según el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Jaén, José Manuel Arias de Saavedra, los profesionales consultan los datos en un programa informático que identifica al paciente que quiere retirar un medicamento.
La principal queja de los profesionales fue que el sistema informático funcionó muy lento. Además, las recetas manuales hay que pasarlas directamente a receta electrónica, alargando así el tiempo de atención al usuario.
El sistema se utilizó casi de forma simultánea en las 50 oficinas de farmacia de la capital y en las 292 que hay en toda la provincia, de ahí el colapso. “No ha habido posibilidad de realizar un pilotaje. El cambio ha sido muy rápido”, valoró el presidente.
Mientras que la devolución de lo que paguen de más se realizará trimestral o semestralmente en la cuenta bancaria en la que se ingresa la pensión, en Jaén y el resto de Andalucía se ha introducido un mecanismo en sus sistemas informáticos que alerta a los farmacéuticos de que el paciente ya ha rebasado su tope mensual, a fin de impedir que tengan que adelantar dinero.