El Grupo Socialista de Diputación ha presentado una propuesta al Pleno para que la Corporación provincial muestre su oposición al repago de medicamentos que entró en vigor el pasado 1 de julio, así como a su anunciada extensión a productos ortoprotésicos, dietas terapéuticas y transporte sanitario no urgente a partir del próximo mes de agosto.
Concretamente, esta propuesta busca el respaldo de los grupos representados en el Palacio Provincial para “volver a las garantías que establecía para todos los ciudadanos, y especialmente para los pensionistas, el Sistema Nacional de Salud, antes de la puesta en marcha del repago sanitario”. La misma proposición plantea el “rechazo a la exclusión de más de 400 medicamentos de la financiación pública, lo que supondrá la retirada de la cobertura sanitaria de fármacos que son utilizados por pacientes crónicos, pensionistas y población infantil”.
La propuesta de los diputados del PSOE recuerda que, hasta ahora, la ciudadanía venía accediendo a los servicios sanitarios “de manera gratuita porque ya se financiaban a través de los impuestos que pagamos todos en función de nuestra renta”. Ahora, con la modificación de esas reglas del juego, se ha producido “un cambio cualitativo de enorme magnitud” en la relación entre el sistema sanitario público y sus usuarios que puede tener dramáticas consecuencias para estos y para el conjunto de la sociedad. De esta manera, “el repago podría generar un riesgo de perjudicar la salud de los pacientes, afectará especialmente a las capas de población más vulnerables y con más necesidades, y va a penalizar al enfermo, afectando a los principios de equidad y solidaridad”.
“Los socialistas entendemos que la cartera de servicios sanitarios sujeta a copago va a entregar al capital privado la gestión de lo público, abriendo la puerta a la privatización de la sanidad”, asegura la propuesta en su exposición de motivos, que continúa “cuestionando el objetivo del supuesto ahorro” ya que “lo recaudado no se ingresará en los presupuestos sanitarios”.
El planteamiento del Grupo Socialista se basa en que “existen razones para defender el actual Sistema Nacional de Salud, que se encuentra entre los más económicos de la OCDE y entre los más eficientes”. Esta elevada consideración y amplio reconocimiento del que disfruta el sistema tanto dentro como fuera de nuestras fronteras “demuestra que los recortes en materia de sanidad no se realizan por razones económicas sino ideológicas, puesto que la grave crisis económica que estamos atravesando no debería ser, en ningún caso, excusa para desmantelar el Estado del Bienestar”.
En otro plano, e independientemente de lo que el repago farmacéutico significa de ataque a la misma esencia del sistema de protección y de solidaridad social, el Grupo Socialista destaca también la contradicción que supone que en los primeros días de su entrada en vigor “hemos asistido al caos técnico y organizativo, que va a suponer un aumento de los gastos de gestión”. A todo ello hay que añadir que la precipitación con la que se ha llevado a cabo esta medida se ha traducido en una absoluta falta de información acerca de la posible fórmula en la que se realizarán los reembolsos previstos cuando las cantidades que se abonen en la farmacia superen los límites establecidos en la propia normativa.