Emed Tartessus, empresa que proyecta la reapertura de la mina de Riotinto ha concluido las operaciones de compraventa con los propietarios de los terrenos necesarios para llevar a cabo su objetivo, en las que ha invertido un total de 15 millones de euros.
El cierre de este proceso, según ha informado la compañía en un comunicado, permite a Emed tomar control de las propiedades y por tanto tener pleno acceso a todos los terrenos adquiridos, que albergan la mayoría de los depósitos de estériles y escombreras, garantizando con ello su correcto mantenimiento.
EMED Tartessus ha realizado tanto los pagos en efectivo acordados como la emisión de nuevas acciones a favor de los vendedores, las mercantiles Rumbo 5-Cero, a la que se ha abonado 4,5 millones de euros y 48.549.234 acciones ordinarias con un valor de 0,25 peniques, e Inland Trading, que obtiene 18.511.675 acciones y 2,5 millones de euros.
Emed ha acordado con Inland y Construcciones Zeitung la opción de compra de otras parcelas adicionales, aledañas a la unidad industrial, que podrá ejercitar en un período de cuatro años, a un precio total de 9 millones de euros.
El presidente de EMED Tartessus, Harry Anagnostaras-Adams, ha indicado que con el cierre de este proceso se ha resuelto "los más importantes problemas históricos que arrastraba esta operación, en cuanto a su estructura y propiedad".
Además ha recordado que la compañía adquirió los activos necesarios para el proyecto en 2008, solucionando las cargas que estos tenían e incluyendo la deuda con la Seguridad Social, y hoy ha tomado el control de todos los terrenos necesarios para la mina.
"Ahora, estamos encantados y emocionados con la posibilidad de poner todo nuestro esfuerzo en el proyecto minero: su desarrollo y todos los aspectos ambientales, sociales y económicos", ha indicado.
Además del acuerdo de adquisición, Emed y Rumbo 5.0 se ha comprometido a investigar el potencial de la explotación conjunta de parte de los estériles contenidos en los depósitos y las escombreras producto de explotaciones anteriores, en forma de una sociedad conjunta en la que cada una de las sociedades integrantes controlará el 50 % del accionariado y en la que EMED será el operador.
Su primera tarea será conducir los estudios necesarios para evaluar la viabilidad de este proyecto y la posibilidad de que pueda llevarse a cabo en paralelo con la explotación de la mina y si esto no fuera posible el acuerdo indica que la mina tiene preferencia.