PGOU, principio de algo mejor

Partiendo de la base más que demostrada de que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de San Fernando actualmente en vigor ha sido y sigue siendo el documento urbanístico más demencial de todos los tiempos, el más gravoso y disparatado que se ha podido aprobar por un gobierno municipal y el más incompresible de los planeamientos, lo que se aprobó a mediodía de ayer por el Pleno extraordinario tiene que ser bueno de todas todas, aunque sólo sea por comparación. Bien es cierto que quedan varios millones de metros cuadrados por pintar y que hay mucho que perfilar hasta la aprobación definitiva e incluso después de entrar en vigor a través de modificaciones puntuales, pero es al menos un instrumento para que se puedan poner en marcha actuaciones que a todos se antojan buenas y que están paradas precisamente a la espera de acabar el procedimiento. Lo único que sobró ayer fue el discurso de los políticos, cada uno con la suya.