El pasado viernes 18 de enero, en la sede de la fundación Mario Maya, tuvo lugar la presentación de un libro muy especial para la historia del flamenco. Se trata de Flamenco, pasión, desgarro y duende de los fotoperiodistas, especializados en flamenco, Elke Stolzenberg y José Lamarca con textos de Alfredo Grimaldos.
Este libro es una verdadera historia del flamenco de las ultimas décadas, mirado desde la imagen, realizado por los dos fotógrafos, artistas, que posiblemente hayan sido capaces de captar la esencia flamenca de mejor forma a través del objetivo de sus cámaras y adentrándose tanto en los tablaos y teatros como llegando a capturar escenas y retratos de su vida cotidiana rodeados de sus familias.
Más de 150 imágenes, muchas de ellas inéditas, fechadasy datadas, como la boda de Camarón (el único fotógrafo que tuvo el privilegio de ser invitado fue José Lamarca), están en el libro.
Elke Stolzenber y José Lamarca son fotoperiodistas dedicados, desde hace más de 40 años, a plasmar y dar buena cuenta de los entresijos del apasionante y difícil mundo del flamenco. Sus fotografías son, en la actualidad, verdaderos iconos universales que definen, de manera brillante, las diferentes variedades del flamenco: cante, baile, retratos y movimiento, siempre jugando con la luz y una técnica exquisita.
La obra, publicada por Península, recoge instantáneas tomadas a partir del año 1970 de, entre muchos otros, Los Sordera, José Mercé, Gades, Fernando Terremoto, Rancapino, Tía Juana la del Pipa, Antonio Mairena, Fernanda de Utrera, Chaquetón, Farruco, Tomatito, Cristina Hoyos, El Güito o Carmen Linares.
El prólogo es obra del crítico Alfredo Grimaldos y se completa con un texto inédito del desaparecido pintor, poeta y letrista jondo Francisco Moreno Galván.
La Berlinesa Elke Stolzenberg tuvo su primer contacto con el flamenco en la última parte de la década de los 60 en San Francisco, a donde llegó, de la mano de sus padres, desde su Alemania natal. En su trabajo como colaboradora del San Francisco Examiner retrató a figuras legendarias del jazz, entre ellas el mítico Dizzy Gillespie y sus mofletes imposibles. Un buen día, que terminaría cambiando su vida, conoció a Agustín Castellón Campos, Sabicas, guitarrista español precursor de la internacionalización del flamenco, en un tablao de la ciudad al que la había enviado el periódico para hacer un reportaje y fue entonces cuando comprendió que habría de seguir un nuevo camino.
El argentino José Lamarca, residente en Madrid desde que hace 40 años, después de trabar amistad en Argentina con Antonio Gades, Paco de Lucía y Camarón, decidió cruzar el Atlántico para introducirse a fondo en un mundo que le encantaba.
Lamarca hizo numerosos retratos y cubiertas para discos, también para grupos de rock como Tequila y estrellas de la rumba como Los Chichos, y colaboró en varias ocasiones con Pepa Flores, pero con la intrusión capital de Moreno Galván, quien le hizo comprender y sentir a fondo la estética flamenca, se fue inclinando cada vez más definitivamente hacia ese mundo de tablaos y relaciones íntimas y familiares.
Resulta curioso que dos de las personas que mejor hayan sabido captar en imágenes la historia del flamenco no sean de nacionalidad española. Esto le otorga más grandeza y universalidad, si cabe, a este bendito arte.
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