El próximo 31 de enero el artista y disidente chino Ai Weiwei colgará sus obras de arte por primera vez en España. La ciudad elegida es Sevilla y el espacio, el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC).
En el antiguo Monasterio de la Cartuja de Sevilla se presentará una exposición que englobará una gran parte de las formas de producción del artista chino. Cerámicas, vídeos y fotografías componen el conjunto de trabajos que ocuparán la mayor parte de la zona monumental y otras salas del majestuoso complejo.
Ai Weiwei es en la actualidad y sin ninguna duda el artista chino con mayor proyección internacional. Nacido en Beijing (1957), estudió cine en su ciudad natal, donde fundó el grupo de vanguardia Xing Xing (Las Estrellas) en los años setenta. En 1983 emigra a Estados Unidos, donde da continuidad a sus estudios en arte y diseño, convirtiéndose en un asiduo en las reuniones de los intelectuales chinos residentes en América del norte, llegando a ser, en poco tiempo, una de las figuras más destacadas entre los integrantes de la comunidad de intelectuales chinos, así como de la escena cultural neoyorquina, desarrollando un importante trabajo en la estela del arte conceptual.
En 1993 vuelve a su China natal donde continúa desarrollando su actividad artística, llevando a cabo proyectos como comisario de exposiciones, arquitecto y una gran actividad en internet, especialmente a partir de su polémico y fructíferoblog.
El polifacético artista asiático es, sin duda, una de las voces críticas con el régimen de su país más conocidas internacionalmente. Esta circunstancia le llevó en 2011 a ser detenido por parte de las autoridades chinas, que, en contra de los derechos humanos más esenciales, lo mantuvieron en paradero desconocido durante tres meses. El 22 de junio de 2011 fue liberado bajo fianza. Tras supuesta en libertad, comenzó una campaña de denuncia de casos de tortura en las cárceles de China a través de Twitter.
En su país, Ai Weiwei fue el asesor artístico en la construcción del Nido de Pájaro (Estadio Nacional de Pekín) donde se celebraron los Juegos Olímpicos de 2008, formando parte de una empresa conjunta formada por los arquitectos Jacques Herzog, Pierre de Meuronde, Stefan Marbach y el propio Ai Weiwei.
En su etapa más activista fue especialmente destacado por sus críticas sobre la mala calidad de construcción de escuelas destruidas durante el terremoto de Sichuan de 2008. En noviembre de 2010 fue arrestado en su domicilio después de anunciar la organización de una cena de camaradería en Shanghai, con la que pretendía denunciar la demolición de su estudio en esa ciudad, acción ordenada y ejecutada por las autoridades chinas. Por su parte, Ai Weiwei negó este extremo, señalando que tenía el beneplácito de las autoridades de Shanghai, y que la actuación del gobierno sólo obedecía a un castigo contra él por su apoyo a la disidencia en el país. Poco después, el gobierno chino ordenó demoler su estudio, en el que había invertido un millón de euros.
Cansado de ser espiado y hostigado por el gobierno chino, el artista organizó un pseudo Gran Hermano, que consistía en emitir imágenes desde una cámara con la que todo el mundo podía verlo por internet las 24 horas del día. Esta actividad duró sólo unas horas, ya que el gobierno de su país la desmontó en cuanto tuvo constancia de su existencia, en otro claro ejemplo de la falta de libertades en el poderoso coloso asiático.
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