En el interior de la iglesia parroquial de El Salvador reinaba ayer la esperanza de poder salir a la calle, pero también la sensatez, pues eran conscientes de que las condiciones climatológicas apuntaban a una tarde-noche de lluvia.
De ahí que la decisión de no realizar estación de penitencia anunciada por la Junta de Gobierno cayera bien entre los cofrades, a los que se les escaparon algunas lágrimas, pero nunca comparable al desconsuelo que vivieron los hermanos de La Amargura el año pasado.
Y es que éste es el segundo año consecutivo en el que Nuestro Señor de la Pasión Despojado de sus Vestiduras y María Santísima de la Amargura no bajan la rampa de El Salvador para iniciar su estación de penitencia. Un año más, las imágenes titulares quedaron refugiadas de la lluvia en el interior del templo.
Nazarenos, costaleros, músicos y familiares esperaron la decisión de la Junta de Gobierno. El hermano mayor, David Torres, comunicó primeramente que harían “todo lo posible por salir”, por lo que esperarían a las 17:30 horas para tomar una decisión y si el tiempo lo permitía, salir de El Salvador a las 18 horas, una hora más tarde de lo previsto.
En su segunda comparecencia ante los hermanos de La Amargura, David Torres comunicó que no realizarían la estación de penitencia, una decisión aplaudida por los hermanos. Fue entonces cuando se sucedieron los abrazos, se secaron las primeras lágrimas en las mejillas de costaleros, nazarenos y músicos; y se preparó el templo para recibir a los devotos que esperaban en la plaza Reina del Salvador con los paraguas abiertos. Y es que a las cuatro de la tarde comenzó una lluvia intermitente que fue a más a medida que se acercaba la hora prevista en el itinerario de la Cofradía.
A diferencia del año pasado, este año los costaleros no levantaron ni el Misterio ni el Palio; y ni los músicos de la Agrupación 'Jesús Despojado' ni los de la Banda Reina de la Amargura-Sociedad Filarmónica interpretaron marchas procesionales.
A las 18:15 horas se abrieron las puertas de El Salvador y a las 19:30 horas se ofició una misa de hermandad.
Después de esperar 365 días para realizar su estación de penitencia, los cofrades quedaron emplazados a un nuevo año de espera para sacar a sus imágenes a la calle y procesionar en estación de penitencia.
El único buen sabor de boca ayer fue el recuerdo de que Nuestro Señor de la Pasión Despojado de sus Vestiduras ha sido esta Cuaresma la imagen que ha presidido el Vía Crucis del Miércoles de Ceniza. En este 2013 ha sido la experiencia más cercana a la que los hermanos esperaban vivir ayer como Lunes Santo de la Semana Santa de la capital.
Por otra parte, la vinculación de la Virgen de la Amargura con el cuerpo de La Policía Local deja cada año estampas cofrades con agentes del cuerpo escoltando a la imagen. Ayer estuvieron en el templo esperando la decisión y acompañando a los hermanos.
La Junta de Gobierno había previsto que este año la Virgen luciera por las calles de la ciudad una nueva saya de procesión en tisú de plata con bordados del siglo XIX, entre otros estrenos.