“Estafado y atado de pies y manos”. Así es como se siente el vecino de Jerez que hace algunas semanas accedió a ceder su azotea en La Pita para instalar una antena de telefonía móvil a cambio de 7.000 euros después de que la empresa de telefonía en cuestión le perjurara que no habría ningún problema y que el Ayuntamiento “no se metía en esas cosas”. Así se lo asegurado el propietario del inmueble en construcción de la calle Dom, que ya ha contactado personalmente con las asociaciones de vecinos de El Pinar y La Pita y se ha dirigido a Urbanismo de forma voluntaria para advertir que, en contra de lo que ocurre realmente, la operadora le garantizó que había licencia para instalar este repetidor.
“Él ha explicado que la empresa se lo puso todo de color de rosa, y que después de que le llegaran a decir que cualquier persona diría que sí a 7.000 euros, cifra que iría a más cada año, pensó en que no habría ningún problema, puesto que si no lo hacía él lo haría cualquier otro vecino. Ahora se ha dado cuenta en que cayó en un grave error y que confió en esa empresa”, señala Manuel Cazorla, presidente de la asociación de vecinos de El Pinar.
Además de contactar con los vecinos, con los que se reunirá esta semana, y con el Ayuntamiento, esta persona también ha llamado a la empresa pidiéndole explicaciones. Sin embargo, esta primera le ha respondido reclamándole paradójicamente un documento en el que se diga claramente que no hay ningún tipo de licencia para así proceder al desmontaje de la antena, extremo que los vecinos no se explican.
En cualquier caso, les consta la “buena fe” del propietario de la azotea donde está instalado desde hace tres semanas dicho repetidor y por ello esta semana van a iniciar gestiones para intentar que el correspondiente expediente iniciado por el Ayuntamiento recaiga en la empresa de telefonía y no en esta persona que confío en la buena fe de dicha entidad. “Queremos llegar a una solución amigable, y ya desde Urbanismo se nos ha enviado un escrito justificándonos la razón por la que en su momento no se facilitó ningún tipo de licencia para instalar la antena amparándose en la moratoria aprobada en Pleno”, aclara Cazorla. Por tanto, a partir de aquí, el siguiente paso será concretar el desmontaje del dispositivo, que en ningún momento ha empezado a funcionar.
Pero la lucha del movimiento vecinal no cesa en este barrio. Una vez iniciado el camino tras cerciorarse de este caso, contra el que se echaron a la calle casi un centenar de residentes respaldados por las asociaciones de El Pinar y La Pita y la federación local de AVV Solidaridad, no piensan quedarse de brazos cruzados.
Tienen constancia de dos casos más, uno junto a la venta Juan Carlos, donde están pendientes de que los plazos de renovación del contrato que tiene un administrador de la comunidad de propietarios con la empresa de telefonía para suspenderlo. De la misma forma, han iniciado conversaciones con la directora de la guardería de La Tortuga, tras haber detectado la instalación de otra antena de telefonía móvil a 40 metros de este centro camuflada también mediante una chimenea. “Tenemos todos los visos de que es una antena”, alerta.