Unai lo tiene claro. El punto del Villamarín lo tiene que hacer bueno después del ridículo del segundo tiempo y para ello no tiene más opción que ganar el domingo al Atlético de Madrid en el Pizjuán.
Es la última bola de partido que le resta al Sevilla para no terminar de descolgarse del objetivo europeo. No obstante, la clasificiación para la Europa League no sólo pasa por Nervión. Hay que ganar alguno de los tres duelos que faltan por disputarse lejos de la capital andaluza.
El técnico vasco, inmerso en el estudio profundo del equipo colchonero ha valorado la situación del equipo y la mejoría del mismo. "El equipo está entrenando bien, en la línea de mejorar en ciertos aspectos que queremos todos. En el partido del Betis encontramos cosas buenas y a la vez cosas que tenemos que corregir y mejorar, pero eso es una constante. Entendemos que el equipo está dando pasos hacia delante, pero eso hay que refrendarlo con victorias", apuntaba en los medios oficiales del club.
A Emery no le gusta nada perder los partidos por motu propio. Si debe caer será porque el rival fue mejor. Una mentalidad que ha plasmado allá donde ha ido y que le angustia en la actualidad porque ya es más de un punto que se ha escapado por esta tesitura. "El equipo tiene orgullo, tiene casta, en casa está dando un paso al frente que hace que los equipos rivales sientan la presión de lo que es el Sevilla. Y fuera de casa el otro día era el partido del orgullo, del reto, y se reafirmó en cosas, pero vuelvo a insistir, nos falta algo más. El equipo al final no ganó un partido que iba ganando 0-3. Esa autocrítica tiene que ser muy real, muy sincera, muy justa también, sin olvidar lo positivo", señalaba.
Ahora, toca pensar en el equipo del Manzanares. El verdugo copero que dejó a los nervionenses sin una final de la Copa del Rey que hubiera salvado más de un mueble en el seno del club. "Es el tercer clasificado, le está compitiendo el segundo puesto al Madrid y eso no es casualidad, es fruto de su gran plantilla, de su gran entrenador y de un trabajo con una proyección fuerte. Nosotros tenemos que afrontarlo con esas dificultades, pero sabiendo que en el Sánchez Pizjuán tenemos que ser fuertes y sentirnos arropados por nuestra afición", concluía el vasco.
