Los resultados en Cerdeña, donde el PD ha perdido cerca de 10 puntos respecto a las pasadas elecciones, provocó un fuerte terremoto que ha acabado por derrumbar una estructura con débiles cimientos y que mostraba ya bastantes grietas.
Mientras el presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, apoyaba en primera persona durante los mítines a su candidato del Pueblo de la Libertad (PDL), Ugo Cappellacci, en los comicios sardos, el PD dejaba solo a su cabeza de lista, Renato Soru, y se dedicaba a discutir en los pasillos sobre el liderazgo de Veltroni.
Por todo ello, el ahora dimisionario secretario del PD reunió al órgano de coordinación del partido y anunció: “Para muchos el problema soy yo, así que estoy listo para marcharme”.
En un primer momento su grupo le otorgó la confianza, pero horas después Veltroni ratificaba su decisión para salvar lo que queda del partido, según se apresuraban a asegurar los analistas políticos.
El portavoz del PD, Andrea Orlando, anunció que hoy Veltroni explicará los motivos de su marcha, mientras el vicesecretario del PD, Dario Franceschini, expondrá los pasos para elegir al nuevo líder cuando quedan sólo cuatro meses para las elecciones europeas del 6 y 7 de junio.
Por ahora, la hipótesis más plausible es nombrar a Franceschini secretario general provisional u organizar inmediatamente unas elecciones primarias para elegir al nuevo líder.
Veltroni tira la toalla 16 meses después de la creación de un partido que se presentaba como la gran alternativa de la izquierda a Berlusconi, pero que no ha sabido superar experiencias ya repetidas en exceso en Italia, como la de juntar bajo un mismo techo a dos formaciones con tantas diferencias como los ex comunistas Demócratas de Izquierda (DS) y los democristianos de La Margherita.
En estos meses, Veltroni ha recogido sólo derrotas en las cinco citas electorales que ha tenido que afrontar, comenzando por las elecciones generales en abril de 2008, donde el Pueblo de la Libertad de Berlusconi arrasó.
El centroizquierda ha perdido la región del Friuli Venezia Giulia, la provincia de Foggia y los ayuntamientos de Roma y Brescia. También las provincias sicilianas de Enna, Siracusa y Caltanissetta, que pasaron al centroderecha, y el pasado diciembre la región de Los Abruzos.
Poco a poco la autoridad y la imagen de Veltroni se fue deteriorando y en plena campaña electoral en Cerdeña el ex ministro de Economía durante el pasado Gobierno de Romano Prodi, Pierluigi Bersani, anunció su candidatura para ser el nuevo secretario del PD.
Una candidatura que apoyaba otro de los pesos pesados del PD, el ex primer ministro Massimo D’Alema, quien había pedido renovar la formación tras los últimos fracasos. Bersani y D’Alema, los dos hombres símbolos de la izquierda reformista, lanzaban así su desafío a Veltroni, de quien consideraban que está apostando poco para relanzar la formación.