La procesión del Corpus Christi recorrió en la tarde de ayer las principales calles del centro de la ciudad, renovándose así una tradición ascentral que, en el caso concreto de Jerez, encuentra su primer documento histórico en el año de 1604.
A diferencia de lo que suele ocurrir en el resto de las ciudades, Jerez celebra su procesión del Corpus Christi por la tarde, atendiéndose así a un antiguo privilegio otorgado por Roma dado el carácter agrícola de la ciudad, que impedía que los labradores participaran en esta fiesta a tempranas horas de la mañana.
El obispo de Asidonia-Jerez, José Mazuelos, ofició a las siete de la tarde una solemne eucaristía en la Santa Iglesia Catedral, que sirvió de inicio a la presencia de Jesús Sacramentado en las calles.
El tramo principal del itinerario amaneció exornado con coloristas alfombras tejidas la noche anterior por los jóvenes de las hermandades y cofradías de la ciudad, así como los pertenecientes a distintas agrupaciones parroquiales. Tampoco faltaron los altares, como los preparados por la Hermandad de la Sagrada Mortaja, la Hermandad de la Clemencia o la Divina Pastora de San Dionisio.
Todo ello vino a realzar una procesión que en estos últimos años tiene como protagonista exclusivo al Santísimo Sacramento del Altar, que procesiona en rica custodia diseñada por Ignacio Gómez Millán y ejecutada por Manuel Gabella Baeza a principios de la década de los cincuenta del siglo pasado.
En el cortejo se integraron representaciones de la práctica totalidad de las hermandades y cofradías de la ciudad, agrupaciones parroquiales y órdenes religiosas; colocándose en el último tramo las hermandades sacramentales. También las representaciones del Cabildo municipal y del Cabildo catedral. Cerró la comitiva la Banda Municipal de Música de Jerez, que bajo la dirección de Luis Román Cárdenas interpretó una atinada selección de marchas clásicas de procesión.
La solemnidad del Corpus Christi abre el ciclo de procesiones eucarísticas que anualmente organizan distintas parroquias de la ciudad. La primera de ellas tendrá lugar en la mañana del próximo domingo. La procesión de Minerva -de San Miguel- llegará en esta ocasión hasta la capilla de la Yedra coincidiendo con el Año de la Fe y la coronación canónica de la Virgen de la Esperanza.
