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Sevilla

Ortega Cano atribuye a una "abstracción" o "despiste" la caída de su demandante

La demanda no incluye a la aseguradora, dos testigos dicen que los escalones no estaban señalizados y un perito descarta incumplimientos

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El Juzgado de Primera Instancia número 20 de Sevilla ha acogido este martes el juicio relativo a la demanda promovida por Mariana T.J. contra el extorero y ganadero José Ortega Cano, a cuenta de la caída accidental sufrida por esta mujer el día 17 de febrero de 2011 mientras visitaba el salón museo dedicado a la figura de la difunta tonadillera Rocío Jurado, ubicado en la finca 'Yerbabuena', a su vez enclavada en Castilblanco de los Arroyos y propiedad de Ortega Cano.

   La caída, según han coincidido ambas partes durante la vista oral, aconteció en torno a las 11,00 horas de aquel 17 de febrero de 2011 cuando la demandante, Mariana T.J., participaba junto a otras personas en una visita concertada al salón museo dedicado a homenajear a la difunta tonadillera. La mujer, en concreto, sufrió una caída accidental en los dos escalones que conectan los dos niveles de dicho salón. Como consecuencia de las lesiones sufridas  un ojo, un hombro y costillas, la parte demandante solicita una indemnización de 20.000 alegando que el desnivel no estaba señalizado y tal extremo sería necesario al tratarse de un lugar habilitado para las visitas públicas.
"EL BORDILLO ESTÁ MARCADO"

   Durante la vista oral, José Ortega Cano ha explicado que él no estaba presente el día en el que aconteció el siniestro, pero fue "informado" de que "una señora había resbalado y había caído" en el salón museo dedicado a Rocío Jurado. Sobre los escalones que salvan la diferencia de niveles del salón, Ortega Cano ha defendido que están señalizados "con una cinta" y "el bordillo está marcado". El accidente, según ha manifestado, pudo suceder por una "abstracción" de la mujer, pues los visitantes del salón museo "se quedan un poco impresionados" con los contenidos.

   Gloria Mohedano, hermana de Rocío Jurado, ha testificado al tratarse de la persona que se encargaba de las visitas al salón museo. Durante su comparecencia, ha testificado que los escalones en cuestión no cuentan con una barandilla, pero "están rematados de madera y cumplen todo lo reglamentario". "La señora manifestaba que iba distraída mirando los recuerdos y no vio los escalones", ha defendido Gloria Mohedano, quien ha atribuido el accidente a una "distracción de la demandante".

LAS TESTIGOS DICEN QUE NO HABÍA SEÑALIZACIÓN

   Después han testificado dos mujeres que participaban también en la visita. La primera de ellas ha explicado que en el desnivel del salón "no había nada señalizado" y que Gloria Mohedano reaccionó ante el accidente con la determinación de "poner remedio ya" a este tipo de situaciones. "Yo no la vi. Estaba de espaldas, pero sentí el golpe", ha explicado esta testigo sobre el momento en el que cayó la demandante. La segunda testigo, prima de la demandante, ha manifestado también que los escalones carecían de señalización, pero no ha confirmado que viese en primera persona cómo caía la demandante.

   Finalmente, ha comparecido también como testigo el perito al que la compañía aseguradora 'Generali', no incluida en la demanda de Mariana T.J., encargó un informe sobre el estado del salón museo. Durante su comparecencia, el perito ha manifestado que, como figura en este informe fechado en noviembre de 2011, los escalones "están en buen estado, no tienen obstáculos y cuentan con remates de madera que facilitan su percepción" visual.

LOS ESCALONES ERAN "PERFECTAMENTE VISIBLES", SEGÚN EL PERITO

   "Son perfectamente visibles y el salón está perfectamente iluminado", ha explicado el perito sobre los escalones. Ya en materia de normativas, el perito ha explicado que el salón en cuestión no está sujeto al actual código técnico de la edificación, en vigor de 2007, dado que el mismo no tiene carácter retroactivo. Los escalones, según ha manifestado, "se ajustan a la normativa", --en este caso el anterior código técnico de la edificación--, porque la misma determina la señalización de escalones "en lugares de pública concurrencia donde se celebran espectáculos", con lo que el salón museo dedicado a Rocío Jurado "no entraría" en este supuesto. El perito, eso sí, ha reconocido que cuando cursó su inspección la zona de los escalones había sido dotada de varios muebles para evitar nuevos incidentes.

   Así, el caso ha quedado visto para sentencia al ratificar la parte demandante su petición de indemnización, toda vez que la abogada de la parte demandada ha descartado cualquier "incumplimiento o negligencia" y atribuye el accidente a un "despiste" de Mariana T.J.
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