La madrugada del pasado viernes se producía un nuevo robo en el centro social y vecinal de 'El Molino', donde numerosas asociaciones locales tienen su sede. El robo afectó a dos de los locales del complejo, concretamente al ocupado por Cruz Roja y al de la asociación de vecinos de 'El Chorrillo', según fuentes de la propia asociación.
Según ha explicado a este periódico el presidente de la asociación de vecinos, Joaquín Galea, el robo se produjo a partir de las dos de la madrugada, cuando el último miembro de la asociación abandonó las instalaciones. Según parece, el responsable o responsables del robo esperaron a que se fuese la última persona para efectuar su entrada.
Según los datos con los que cuentan en la asociación, primero se forzó la entrada en el local de la Cruz Roja, donde les consta que se llevaron algo, aunque no han podido precisar el qué. Posteriormente, alcanzaron la terraza de la asociación de vecinos, donde destrozaron la puerta, para entrar en el local y dejarlo todo revuelto abriendo cajones y armarios, y rompiendo algunos enseres, aunque la búsqueda resultó infructuosa para los ladrones ya que desde la asociación de vecinos de 'El Chorrillo' no han detectado la falta de ningún objeto.
Para solucionar este nuevo robo intervino primero la Policía Local y posteriormente la Policía Nacional, aunque según ha confirmado Joaquín Galea, se ha detenido ya a un sospechoso de estos robos.
Este no es el primer robo que se produce en este local: el año pasado entraban de nuevo en tres locales, Rolucan, ALAT y la propia asociación de vecinos de 'El Chorrillo'. En aquella ocasión se reclamó al Ayuntamiento más seguridad en estos locales, ya que según explica el presidente de la asociación de vecinos, "cuando los ladrones se encuentran en la parte de arriba del local son indetectables, por eso se sienten cómodos para hacer ahí lo que quieran y durante el tiempo que quieran".
En un par de semanas, la asociación tiene prevista una nueva reunión con el Ayuntamiento, donde se aprovechará de nuevo para reclamar un sistema de seguridad que evite la entrada en estos locales, ya sea mediante rejas en las ventanas, "que al parecer son de fácil apertura", explica Galea, o mediante un sistema de cámaras de vigilancia. La cuestión es evitar que de nuevo se irrumpa en los locales de asociaciones que tan solo trabajan para ayudar a distintos colectivos de la ciudad, y que resultan muy perjudicadas por este tipo de robos.
