La Policía Nacional ha esclarecido en Cádiz la sustracción de una importante cantidad de dinero y de joyas de una vivienda particular cuando un hombre fue detenido acusado de agredir a su pareja, a la que habría intentado llevarse en su vehículo en contra de su voluntad. Se da la circunstancia de que el robo lo había cometido en su propio domicilio paterno.
Según ha indicado el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado, los hechos tuvieron lugar cuando el 091 recibió una llamada alertando de un episodio de violencia de género en las cercanías del Hospital Puerta del Mar de Cádiz, desplazándose una unidad hasta el lugar.
Allí, los agentes se entrevistaron con la hija de la víctima, que manifestó que su madre había sido agredida y amenazada por su pareja y que, tras una acalorada discusión, el agresor la había introducido por la fuerza en el coche de su propiedad y se dio a la fuga a gran velocidad.
Tras oír el testimonio de la hija de la víctima, los agentes comunicaron al resto de indicativos policiales las características y datos tanto del presunto agresor como del vehículo para su localización y detención.
Al cabo de unos minutos un radiopatrulla localizó el vehículo estacionado en doble fila frente a una conocida discoteca cercana a la plaza Ingeniero la Cierva y comprobaron que el presunto agresor se encontraba fuera del vehículo y que, al percatarse de la presencia policial, trató de huir sin éxito.
Una vez detenido por un presunto delito de violencia de género y detención ilegal, los funcionarios policiales realizaron un registro exhaustivo del vehículo, localizando en su interior "una gran cantidad de billetes de euro y dólares", así como numerosas joyas. En el mismo registro se encontraron en la guantera varios envoltorios pequeños que contenían cocaína.
Una vez presentado el detenido, de 35 años de edad, en dependencias policiales se le interrogó sobre la procedencia del dinero y de las joyas, a lo que se negó a contestar. Así, se inició una investigación que permitió determinar que los había sustraído a sus propios padres, que habían presentado una denuncia sobre el robo semanas antes.