La producción ecológica empieza a romper barreras y a consolidarse en la provincia como una seria alternativa. De hecho, Cádiz es el territorio andaluz que más superficie destina a este tipo de cultivos, 188.379 hectáreas en total, destacando los cereales y el olivar. Jerez y la campiña aportan 3.249 hectáreas y 53 operadores, fundamentalmente dedicados a las producciones hortícolas, el vino y el vinagre.
Los datos fueron dados a conocer ayer en el seno de unas jornadas celebradas por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía que contaron con la presencia de la directora general de Calidad, Industrias Agroalimentarias y Producción Ecológica, Ana Romero; y del delegado territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Federico Fernández.
Cádiz es también la provincia con mayor número de explotaciones ganaderas ecológicas (846), que albergan más de 62.770 cabezas de ganado. La cabaña vacuna orientada a la producción cárnica es la mayoritaria (67,5 por ciento del total). Otras cabañas reseñables son la ovina, con 8.170 cabezas, y la apícola, con 4.538 colmenas.
La actividad transformadora de alimentos ecológicos también está presente en la provincia, con 102 industrias. Destacan las empresas dedicadas al envasado y manipulado de productos hortofrutícolas (15 actividades), las de producción de miel (13) y las bodegas (11).
Ana Romero aseguró que el precio de estos productos en origen sigue siendo “un poquito más caro” que el de los convencionales, si bien reconoció el esfuerzo de los agricultores y ganaderos por recortar ese diferencial, existiendo incluso productos con precios “muy similares”.
El objetivo es incentivar su consumo, toda vez que mientras un ciudadano de Suiza destina 154 euros al año en este tipo de productos, un español apenas invierte 20 euros de media.
