El Índice de Confianza del Consumidor que elabora el ICO (ICC-ICO), presentado ayer por su presidente, Aurelio Martínez, bajó en febrero 1,5 puntos con respecto a enero, hasta los 48,6, consecuencia del descenso de casi tres puntos, hasta los 26,3, del indicativo que mide la situación actual.
Según el ICO, no hay perspectivas de que haya una recuperación a corto plazo del gasto de los hogares y, por consiguiente, del crecimiento de la economía en los próximos trimestres.
El indicador parcial de la situación actual disminuyó en febrero en 2,8 puntos respecto a enero y marcó un nuevo mínimo.
Ello fue debido a la peor valoración que hacen los consumidores sobre su economía familiar (-3,5 puntos), seguida del empleo (-3) y de la economía del país (-1,9).
Según el ICO, estos datos están en consonancia con los últimos datos de Contabilidad Nacional Trimestral que han confirmado la caída del PIB y del empleo por el descenso de la demanda interna.
Asimismo, el indicador parcial de expectativas apenas varía, ya que sólo retrocede una décima, debido a que, a pesar de que disminuyen las expectativas sobre la economía familiar (-2 puntos), mejoran las de la economía del país (0,6) y el empleo (1,1).
Además, el ICC-ICO aumentó en el grupo de provincias con PIB per cápita medio y descendió en el resto.
Martínez destacó que los consumidores manifestaron en febrero unas menores expectativas de inflación, que se sitúan en el mínimo de la serie, y mantuvieron unas perspectivas a la baja sobre los tipos de interés en los próximos doce meses, en un contexto de acusada moderación de la actividad económica y de disminución del precio del petróleo.
El presidente del ICO auguró que, a partir del verano, el ICC-ICO puede mejorar “suavemente”, principalmente por la percepción de los consumidores sobre la situación actual, pero no así por el indicador de expectativas.