Un hombre de 42 años ha sido detenido por agentes de la Policía Nacional en el municipio malagueño de Benalmádena por, presuntamente, simular que le habían sustraído con violencia el teléfono móvil y una cartera con dinero para cobrar la indemnización del seguro.
La investigación se inició tras la denuncia presentada por la supuesta víctima, en la que manifestaba haber sido objeto de un robo con violencia. Según denunció, cuando caminaba el pasado 15 de julio por la calle Navarra de la localidad un individuo se le acercó por la espalda, le agarró por el cuello, le empujó contra la pared y metiéndole la mano en el bolsillo, le sustrajo el móvil y la cartera que contenía la documentación personal y más 650 euros en efectivo.
Fruto de las primeras pesquisas, los agentes constataron que el denunciante había seguido siendo, después de que denunciara el robo, el único usuario del terminal móvil, según han informado desde la Policía Nacional en un comunicado.
Los investigadores continuaron con su trabajo y pudieron comprobar que el denunciante había reclamado a la entidad aseguradora que le indemnizara por el agravio ocasionado por el robo con violencia, por lo que la aseguradora le resarció con 752 euros.
Finalmente, los agentes pudieron determinar que los hechos denunciados no se produjeron y que el ahora detenido habría denunciado con el propósito de obtener una indemnización de la compañía aseguradora. Ante el esclarecimiento de los hechos, el denunciante ha sido detenido e imputado como presunto autor de delitos de simulación y estafa.
CASI UNA VEINTENA DE SIMULACIONES
En lo que va de año, los agentes de la Comisaría de Torremolinos-Benalmádena han esclarecido un total de 19 ilícitos de denuncias falsas y simulaciones de delito, la mayoría de ellas por sustracción de teléfonos móviles de última generación.
Desde la Policía han señalado que la simulación de un delito acaba aflorando por la investigación policial y han añadido que principalmente se denuncian falsos robos con fuerza o con violencia e intimidación o estafas. Este tipo de fraude es utilizado, generalmente, para estafar a las compañías aseguradoras.
La Policía investiga todas las denuncias y actúa en consecuencia contra los presuntos responsables; sin embargo, si se demuestra la falsedad de la denuncia, la supuesta víctima se convierte en autora de una infracción penada en el Código Penal.