Una de las dificultades con las que se está encontrando los grupos onubenses, al margen de las continuas salidas a grupos de la provincia, es la falta de jóvenes y nuevos integrantes que den continuidad y aseguren el futuro del concurso. Este hecho está dando dolores de cabezas a quienes llevan años asumiendo los roles responsables de esta fiesta, siendo en la actualidad, la prioridad en los objetivos marcados por la Federación. A pesar de incidir en ello año tras año, o por lo menos es lo que nos comentan, dicho objetivo no llega a cumplir las expectativas que se marcan, más bien, todo lo contrario, encontrándose las carnestolendas onubenses, en uno de los momentos más críticos de nuestra historia.
La capital, y con dudas muy razonables, logrará llegar a las cinco agrupaciones, una triste y desagradable situación en la que nos vemos inmersos, y que está condicionando excesivamente a la comunidad carnavalera. Aún así, y a sabiendas de dicha decadencia, no se observan cambios importantes en la metodología de información, formación de la Federación, ni se vislumbran mecanismos de trabajo que fomenten la fiesta de la alegría, ni cambios en la estructura, ni planteamientos serios para minimizar esta situación. En definitiva, todo sigue en la misma línea, sin cambios aparentes ni información que muestre lo contrario.
Los carnavaleros saben que desde hace muchos años la estructura existente no está siendo positiva, y aún esperamos la actitud valiente que afronte este hecho y comience a cambiar las cosas, sin que el miedo lo paralice. Si comentábamos que no observamos iniciativas diferentes en el núcleo de la Fopac, sí lo hacemos en algunas agrupaciones, o mejor dicho, en directores y autores muy concretos, como es el caso de Diego Vega, que tras años de estar entre los más grandes autores del Concurso de Agrupaciones del Carnaval Colombino, en su vuelta a las tablas el año anterior, sorprendió con uno de los grupos más jóvenes del concurso, hecho que le honra y que deberíamos valorar, pues en Huelva hacen falta más directores con este propósito. En la actualidad, la comparsa de Diego Vega, de la peña ‘El Farol’, es la única agrupación, casi íntegra, de jóvenes carnavaleros que suben por vez primera a las tablas del Gran Teatro de Huelva, y aunque enorgullece esta actitud, se debe reconocer, que no es suficiente. Diego Vega ha marcado un antes y un después en su historia carnavalesca, y curiosamente, este nuevo rumbo, es el que deberían tomar más de algún director o autor, y no agruparse entre sí, los integrantes con más calidad en voz, oído, letras y música, para así lograr los máximos galardones. La fiesta, desde hace unos años, ya no es lo importante para los representantes de cada grupo, el objetivo es el premio, el galardón, y el vencer a los rivales, sin importar el daño colateral que se le está haciendo al concurso. Huelva no necesita artistas, no necesita tantos premios, no necesita protagonistas, el Carnaval Colombino necesita gente con dedicación y paciencia, para solventar las adversidades que tiene, necesita más Diego Vegas, otro Cristóbal Giraldo y por supuesto, gente que quiera a la fiesta, por encima de su propio protagonismo.
Garrido y Doblado serán ‘Los patata’ del próximo concurso
Otra de las agrupaciones que no faltarán a la cita de febrero es la comparsa de José Ángel Garrido Corralejo y Juan Carlos Doblado Vizcaíno, que este año llegarán al concurso Colombino con ‘Los Patata’. Como los buenos grupos, sus integrantes se mantienen sin cambio alguno, manteniendo esa esencia tan apreciada por los seguidores onubenses. Su calidad es conocida, teniendo como valor, la mejor pluma de Huelva, hecho que, a veces, les pasa factura. Debo recordar que es la única agrupación que levantado al público en 6 ocasiones en una misma actuación.
La imprescindible labor de Francisco Tinoco
Una de las mayores responsabilidades existentes en el carnaval de Huelva, incluyendo su provincia, es la que realiza Francisco Tinoco en Punta Umbría, llevar la Escuela de Carnaval.
Esta Escuela, es la envidia de cualquier provincia carnavalera que se precie, pues está nutriendo a decenas de grupos en los últimos años, y dotando de instrumentos y voces a grupos, tanto en Punta Umbría, como en otras localidades. Sin su labor, el carnaval de Punta Umbría en particular y el de Huelva en general, no estaría en los niveles que está.
Aún así, el Ayuntamiento de dicha localidad recorta los recursos y no permite que esta escuela siga enseñando a los más pequeños durante todo el año, acortando su vida a escasos meses, mientras otras opciones culturales y musicales, sí se mantienen.
Quiero informar que gracias a esta escuela y a Francisco Tinoco, hoy en este espacio se está hablando de Punta Umbría, y eso es un dato que deben tener en cuenta. Por otra parte, en el conservatorio de Trigueros, dado el movimiento que tuvo el año anterior, se está planteando crear un aula de carnaval, siendo Francisco Tinoco el profesor de dicha actividad.