El expresidente del Gobierno, José María Aznar, ha afirmado este viernes que "toma nota" si el actual Ejecutivo y su presidente, Mariano Rajoy, le mandaron anoche un mensaje de "ruptura" no asistiendo a la presentación de su libro el jueves.
"Si algunas de las interpretaciones tienen razón y lo que se ha mandado es un mensaje de escenificación o de decisión de una ruptura, pues se toma nota", ha dicho en declaraciones a la Cope recogidas por Europa Press.
No obstante, ha dejado claro que él no puede "dar razón de las ausencias" y que "los ausentes sabrán por qué estuvieron ausentes". Según ha dicho, estuvo "muy a gusto" en ese acto en el que le presentaron quien fuera su ministro, Josep Piqué y el secretario general de CC.OO. José María Fidalgo.
Sobre ellos, ha subrayado cómo gente con personalidades distintas pueden estar de acuerdo "en ideas básicas" sobre la "vigencia de los pactos constitucionales, el valor de la Transición, del Estado de Derecho y del respeto a la ley". "Ahí está la mayoría social de España y quien sepa interpretar correctamente eso tendrá éxitos políticos muy importantes y quien no lo sepa interpretar tendrá fracasos notables", ha aseverado.
Aznar ha recalcado que para él la política es "un ejercicio de integración", no de dejar "gente en la cuneta" y ha pedido que se haga política "de integrar" para afrontar el desafío secesionista de Cataluña, poniendo como ejemplo lo que hizo su primera Gobierno en una situación similar en el País Vasco.
HAY QUE "GANAR" EL "DESAFÍO SECESIONISTA"
"Hay un desafío secesionista que hay que afrontarlo, contenerlo y ganarlo, porque no se pueden aceptar desafíos a la nación, al Estado, y la ley tiene que ser cumplida con todas sus consecuencias", ha recalcado, acusando al nacionalismo de haber "roto el pacto constitucional" y pretender además que todos los españoles le "paguen la salida".
El expresidente se ha reafirmado en que se queda "más tranquilo" cuando Rajoy hace una defensa clara de la unidad de España que cuando dice que "llueve mucho", argumentando que eso es "lo que piensan millones de electores del PP y centenares de milites de militantes".
"Por lo menos a mí me dicen que cuando un país tiene desafíos muy grandes hay que adoptar posiciones claras y es bueno manifestar con alguna claridad las ideas que se defienden, porque si no se puede inducir a confusión", ha remarcado.
PREGUNTAS SOBRE POLÍTICA ANTITERRORISTA
Aznar ha asegurado además que "muchos militantes" del PP, incluido él mismo, se hacen preguntas sobre la política antiterrorista, entre ellas "por qué Ortega Lara está fuera del PP y (el etarra) Bolinaga está en la calle" o por qué no se aplica la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que dice que Batasuna u "otra organización similar" no deben ser legales.
Para el expresidente, el PP "era el partido del cumplimiento íntegro de penas" y "tuvo que pagar un tributo de víctimas" para defender la Constitución y la libertad. ETA está derrotada, ha reconocido, pero él ve una "sensación de que se pierde".
Preguntado si cree que el Gobierno está siguiendo una 'hoja de ruta' del anterior Ejecutivo, ha explicado que eso sólo lo saben los actuales responsables y que él sólo tiene "una interpretación y una inquietud". "Espero que eso no sea así, pero al final la política son hechos y los hechos indican que existe una tendencia al mantenimiento de una situación de 'status quo' que en mi opinión no produce las consecuencias deseables", ha añadido.
El exlíder 'popular' ha criticado también que el Gobierno haya subido el IRPF, incluso "alardeando" de ello, cuando "en el ADN del PP está justamente lo contrario". En su opinión, el sistema fiscal actual "no es útil" porque tipos altos de IRPF desalientan la actividad económica.
Además, ha remarcado que si el Gobierno toma "que no coinciden exactamente" con lo que dijo en campaña electoral --cosa que a su juicio puede hacer porque la realidad te obligue o porque "cambias de opinión"--, "conviene que lo explique, que lo pueden explicar".
EL PSOE TIENE "UNA GRANDÍSIMA CONFUSIÓN"
Aznar ha hablado también del principal partido de la oposición y les ha deseado "éxito" en su Conferencia Política como manda la tradición "entre buenos adversarios". En su opinión, el PSOE vive "en una grandísima confusión" que le hace hablar de "federalismos que son proyectos constituyentes", derecho a decidir en Cataluña "para decidir no se sabe qué" y "centralismo" en otros sitios. Por eso, cree que "sería positivo que tuvieran un poco de luz".
Sin embargo, ha cargado contra la actitud que mantuvieron a partir de 2002 recurriendo, según ellos a un "todo vale" para sacar al PP de la Moncloa. Según su análisis, "buena parte de la izquierda y parte del PSOE" consideró "una anécdota", fruto de una "confabulación", la victoria electoral del PP en 1996, y se les "rompieron todos los esquemas" cuando esa primera legislatura se vio "coronada" por una "mayoría absoluta absolutamente brillante".
Para Aznar, cuando la mayoría social de España empezó a acercarse al PP empezaron las "prácticas radicales" del PSOE, el querer "excluir al adversario, romper pactos constitucionales y cuestionar la Transición". Así, ha criticado duramente la actitud de los socialistas en los días posteriores a los atentados del 11 de marzo de 2004 y ha defendido la del Gobierno.
LA NSA NO ENCONTRÓ INDICIOS DE LA AUTORÍA DEL 11-M
En este capítulo, ha relatado que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) pidió colaboración a todos los servicios de inteligencia amigos, incluida la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense y que por mucho que "rebobinó" no encontró nada que permitiera determinar la autoría del atentado.
También ha defendido el apoyo de su Ejecutivo a la guerra de Irak, insistiendo en que fue un "apoyo político" y no una participación en la guerra, por "solidaridad" con un país amigo y en el momento de "mayor relevancia internacional de España". "Convenía al interés nacional de España y de los españoles, punto", ha añadido.
El expresidente ha defendido a George W. Bush como "el mejor presidente" de Estados Unidos y también para los intereses de España. También ha dedicado elogios al actual presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco Varela --"un amigo, marca una etapa muy importante en la historia de la Iglesia española"-- y muy especialmente al fallecido Juan Pablo II. Y ha querido dejar claro que ni él ni su esposa pertenecen a ninguna organización religiosa.