La Audiencia de Sevilla ha ordenado la libertad de dos rumanos que fueron juzgados por asesinar a un vigilante de seguridad para robar cobre, lo que anticipa una sentencia absolutoria al menos en cuanto a los delitos más graves.
Fuentes judiciales han informado a Efe de que la Sección Cuarta de la Audiencia ha ordenado que queden libres Adi D., de 24 años, y Marius L.C., de 25 años, para quienes la Fiscalía pidió 28 años de cárcel y la familia de la víctima 38 años.
En el juicio, la defensa argumentó la nulidad por falta de consentimiento de la prueba de ADN a que se sometieron tras este crimen, aunque el tribunal aceptó como prueba los resultados de otro análisis realizado a ambos en otras causas judiciales y que habían sido declarados legales.
Las citadas fuentes han explicado que el tribunal, antes de dictar sentencia, debe ordenar la libertad de un acusado si el resultado de su deliberación es absolutorio.
En este caso, la decisión del tribunal hace previsible una sentencia absolutoria al menos en cuanto al delito de asesinato aunque también fueron acusados de robo violento y daños, ya que los ladrones sustrajeron y quemaron el coche del vigilante.
En el juicio, dos forenses informaron de que el vigilante José Antonio Jiménez Ceferino, de 32 años, murió dos meses después de la agresión como consecuencia del cuadro infeccioso generalizado que le causó el destornillador que los ladrones le clavaron en el ojo derecho.
Según la Fiscalía, la agresión fue llevada a cabo por cuatro ciudadanos rumanos, dos de ellos fugados de la justicia, en la madrugada del 25 de noviembre de 2009 en una planta fotovoltaica de Marchena (Sevilla), después de que unas horas antes fuesen ahuyentados por el vigilante cuando les sorprendió intentando robar cobre.