El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero ha rechazado este viernes la acusación de que la anulación de la 'doctrina Parot' formaba parte de su hoja de ruta en la negociación con ETA subrayando que esa interpretación jurídica se puso en marcha durante su Gobierno y en un momento en que se intentó "dialogar con ETA el final".
Zapatero ha tachado de "insólito" decir que la anulación de la 'Parot' era parte de una hoja de ruta y de "disparate inasumible" la insinuación de que es posible influir en los 16 jueces de la Gran Sala de Estrasburgo.
El Tribunal de Estrasburgo dictó sentencia el mes pasado sobre el caso de la etarra Inés del Río y anuló en su caso la aplicación de esta doctrina, que permitía alargar el tiempo de prisión de terroristas y otros delincuentes condenados con el Código Penal de 1973, aplicando las reducciones de pena al total de sus condenas, o a los 30 años que eran entonces el máximo de estancia en prisión.
Para Zapatero, estas acusaciones son una "paradoja" porque la doctrina no la puso en marcha su Gobierno sino la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo, pero sí durante su mandato, concretamente en 2006, y ha lamentado que se pueda "pervertir así" el debate público.
El expresidente sí ha dejado claro que la sentencia de Estrasburgo es vinculante porque el cumplimiento de las sentencias es "un pilar del Estado de Derecho" que a España le ha "costado tanto tener". Además ha apuntado que "todo el que se haya acercado al Derecho sabe que las leyes penales, que castigan, no pueden ser retroactivas" y que en este caso el Tribunal de Estrasburgo ha considerado que esta lo era.
Zapatero presentó el jueves su libro ('El Dilema', Planeta) con el ex primer ministro británico Tony Blair, al que ha agradecido que ayudó "mucho al final de ETA y al combate contra ETA, por su experiencia con lo que fue el proceso en Irlanda" y porque "mucha gente que trabajó con él por la paz allí estuvo haciendo una tarea importante con todo el mundo de ETA para que acabaran de una vez con la locura de la violencia".
También ha agradecido al ex 'premier' su ayuda en la crisis financiera, gracias a su "gran red de contactos". Además, ha relatado sus esfuerzos para evitar un rescate de España desde mayo de 2010 hasta que salió del Gobierno a finales de 2011.
EL TRASPASO DE PODER, CENTRADO EN EL 'NO RESCATE'
Según ha dicho, de las dos reuniones de traspaso de poderes que mantuvo con su sucesor, Mariano Rajoy, el 80 por ciento del tiempo lo dedicaron a los esfuerzos por evitar el rescate porque, al igual que él, Rajoy pensaba que sería un "malísimo trago" para España, de consecuencias mucho peores que la crisis.
Para Zapatero, está claro que España ha recibido un "plan de ayuda a la banca, no un rescate afortunadamente", que España tendrá que "devolver en buenas condiciones, objetivamente". Preguntado si las ayudas tendrían que devolver las los bancos que las han recibido, Zapatero se ha limitado a reconocer que es difícil explicar a la opinión pública la necesidad de las ayudas a la banca, pero que lo que está detrás de ellas es la garantía de los depósitos de los propios ciudadanos.
En todo caso, ha confiado en que los tribunales hagan asumir responsabilidades a los gestores de algunas cajas de ahorro, consciente de que conocer cómo se gestionaban hace aún más difícil que los ciudadanos entiendan las ayudas al sector.
Y también ha pedido "confianza" en la Justicia a la hora de juzgar los casos de corrupción, que ha dicho ver "con preocupación". Aunque la Justicia actúa "lentamente", ha reconocido, tiene claro que actúa con "independencia".
El también exsecretario del PSOE no ha querido pronunciarse sobre quién será el próximo líder de su partido y sólo ha opinado que en los últimos dos meses el PSOE se está recuperando "con más claridad", con una Conferencia Política que a su juicio salió "bien" y un relevo en Andalucía que ha salido "muy bien".
LA CONFERENCIA DEL PSOE, EL "PRIMER LOGRO"
En su opinión, reelaborar un proyecto político después de la crisis es una "tarea que lleva su tiempo" y el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, "lo está intentando con toda su capacidad de trabajo". La Conferencia Política, ha añadido, ha sido "el primer logro" y de ella han salido "ideas que tendrán que desarrollarse".
"Creo que las cosas, poco a poco, caminan en la buena dirección", ha añadido, tras subrayar que tiene claro que, como secretario general, no debe dar "consejos" ni "orientaciones" sino sólo "apoyos".
Por otro lado, ha opinado que con la renta per capita que tiene España el país no debería permitirse que haya situaciones de exclusión social, sino que tendría que tener un sistema "algo más organizado" para que esos casos sean atendidos por las administraciones públicas --y no por ONG--. Eso sí, ha reconocido que "hay comunidades autónomas haciendo un esfuerzo muy singular".
Zapatero ha defendido sus decisiones de conceder ayudas de 400 euros en el IRPF y el 'cheque bebé' de 2.500 euros independientemente de la renta de los padres. Según él, las ayudas "universales" se "legitiman más" porque llegan a la mayoría de la población y es importante que también la clase media "perciba los beneficios del Estado del bienestar". Además, ha avisado de que España tiene "un grave problema de tasa de natalidad" y lo que viene por delante es "aún más grave"