Dos hombres han fallecido este lunes por la noche en un suburbio del norte de la ciudad de Marsella tras recibir sendas ráfagas de disparos de un fusil automático Kalashnikov, según la investigación preliminar a la que ha tenido acceso el diario francés 'Le Figaro'.
Sus cuerpos han sido encontrados poco después del tiroteo en un vehículo situado en el barrio de la avenida Malpassé, en el decimotercer distrito de la ciudad, donde se han encontrado balas de gran calibre.
En total, una veintena de personas han fallecido por ajustes de cuenta en esta zona desde principio del año. La mayoría de las víctimas estaban involucrados en el tráfico de drogas y fueron disparados por miembros de bandas rivales.
El pasado mes de agosto, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, aseguró que intensificaría la vigilancia policial en Marsella para poner fin a una serie de asesinatos cometidos por pandillas de la droga que empañan la imagen de la segunda mayor ciudad del país.
Ayrault, en una comparecencia junto a los ministros de Interior y Justicia, afirmó que enviaría 130 policías antidisturbios adicionales y 24 oficiales de investigación después de una serie de asesinatos cometidos en aquellas fechas.
Sin embargo, el primer ministro se abstuvo de tomar medidas más drásticas como la de enviar tropas, una idea generada por los políticos locales que desean acabar con los traficantes de drogas y los delincuentes armados con AK-47 en los suburbios de la ciudad mediterránea.
