El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene previsto anunciar la próxima semana decisiones sobre reformas en torno al modo en que la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) recolecta datos telefónicos y de Internet, incluyendo previsiblemente algunas restricciones al espionaje a líderes extranjeros, así como cambios en el almacenamiento de información.
Este jueves, el mandatario ha mantenido una reunión con 16 legisladores para discutir estas posibles reformas, que se consideran imprescindibles tras las dañinas revelaciones hechas por el excontratista de la NSA Edward Snowden.
En este sentido, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha señalado que esta reunión "ha sido una oportunidad para que el presidente escuche a los miembros (del Congreso) sobre el trabajo que han estado haciendo sobre estos temas desde su última reunión, y que les solicite sus aportes mientras nos acercamos al final de esta revisión interna".
Obama también se reunió el pasado miércoles con funcionarios de inteligencia y con un panel bipartidista independiente que también ha estado revisando el asunto. Asimismo, tiene previsto recibir en la Casa Blanca a representantes de empresas tecnológicas para avanzar en estas cuestiones.
Por su parte, el republicano Bob Goodlatte, presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, ha instado a Obama a "esforzarse más" para explicarle a los estadounidenses por qué la recolección de sus datos telefónicos contribuye a proteger la seguridad nacional y alude a los "méritos" de estos programas.