Las obras de remodelación de la plaza Esteve, que tienen como objetivo dotar al centro de una terminal de autobuses urbanos, comenzarán definitivamente el próximo mes de mayo, según anunció ayer la propia alcaldesa, María José García-Pelayo.
El Ayuntamiento mantiene su intención inicial de derribar el edificio que hasta hace unos meses servía de sede a la Delegación municipal de Medio Ambiente, a pesar de que para ello tendrá que asumir el coste que supondrá la reubicación de los establecimientos comerciales que se encuentran en sus bajos.
La alcaldesa aclaró que la fecha de inicio de las obras ha sido elegida por las asociaciones de comerciantes, que entienden que el desarrollo durante el verano del proyecto mermará en menor medida sus ventas en comparación con cualquier otra época del año.
No en vano, la actuación contará con un plazo de ejecución de siete meses, lo que permitirá que esté finalizada antes del inicio de la campaña de Navidad, que como se sabe es la temporada de mayor afluencia de personas al centro comercial.
García-Pelayo no aclaró ayer si se ha alcanzado ya algún tipo de acuerdo con los propietarios de los locales afectados, aunque aseguró que el Ayuntamiento “no va a dejar a nadie tirado”, incluyendo a los vendedores ambulantes que desarrollan su actividad en la calle Parada y Barreto o, lo que es lo mismo, entre el Mercado Central de Abastos y el edificio que va a ser derribado.
Como se sabe, el objetivo de este proyecto es dotar al centro histórico de una terminal de autobuses urbanos, para de este modo favorecer la accesibilidad. Al mismo tiempo, el derribo del edificio permitirá poner en valor la riqueza arquitectónica del Mercado Central de Abastos. Este proyecto se desarrollará de la mano de la Zona Franca de Cádiz y estará financiado por los fondos Feder de la UE.
