Arcos vive este fin de semana sus días grandes del carnaval, una vez celebrados actos claves como la elección y proclamación de las molineras, el pregón oficial, varios tablaos, el Carnavalito, la Chicharroná... Sin ir más lejos, este viernes toca fin el I Concurso de Agrupaciones Carnavalescas Arcos de la Frontera que se viene desarrollando en el teatro Olivares Veas desde el pasado lunes. Y mañana, plato fuerte con una cabalgata a la que están llamadas miles de personas, sobre todo los jóvenes que son quienes más energías tienen para andar subiendo y bajando calles al ritmo de ¡tipo, tipo!, o al menos antes era así.
Y a ello vamos, pues estos días se viene hablando mucho entre la juventud acerca de la prohibición de emitir música en las carrozas que compondrán la cabalgata. Nada más lejos de la realidad, si bien hace algunas semanas el propio delegado de Fiestas “aconsejaba” emitir música alegre, carnavalesca..., pero en ningún momento don Leopoldo dijo que quedaría prohibido poner música. Es más, seguramente mañana aparecerán las carrozas en las calles como esas auténticas discotecas al aire libre, porque, al fin y al cabo, es que lo demandan los jóvenes. Pero lo peor viene después, como se pudo comprobar hace unos días en el Carnavalito.
Si nos jactamos de vivir en una ciudad turística, que cuida sus calles, sus espacios públicos, no se puede ni debe permitirse que las calles sean un urinario, un corredor de todo tipo de fluidos y un almacén de basuras. Ya no sólo por la imagen que podamos dar, sino por una cuestión de higiene pública. Las borracheras estarán a la orden del día, y mucho nos tememos que también las actuaciones policiales con dirección al centro de salud. Los padres, desde luego, tienen mucho que decir y hacer, pero la primera responsabilidad es de los propios participantes en la cabalgata. Por ahora, feliz Carnaval. En siete días ya le contaremos...
