Las cifras no pueden ser más halagueñas para el conjunto nervionense de cara al vital duelo de mañana frente al Valencia en el partido de ida de las semifinales de la Europa League. Y es que la historia demarca una cosecha más que positiva para el equipo sevillista cuando en Nervión han recibido a los che.
Hay que remontarse toda una década para encontrar el último triunfo en partido oficial del rival del Sevilla en el feudo hispalense. Corría el año 2004 cuando Vicente y Baraja hacían los dos tantos de una victoria que supuso uno de los mayores logros en la centenaria historia valencianista, la consecución del título liguero.
Pero desde entonces la sequía ha invadido a un Valencia que no rasca bola en el Pizjuán desde entonces. Así, en la última década ambos se han enfrentado en trece encuentros, once de ellos en Liga y otros dos en Copa. En total, diez victorias sevillistas y tres empates. Un balance que preocupa y mucho en la capital del Turia. Eso sí, el último envite data de hace escasas fechas y el resultado fue un empate sin goles.
Razones suficientes como para pensar, más allá de la situación clasificatoria de cada uno, que el partido de mañana puede significar medio pase si se le hinca el diente a un rival vulnerable en Nervión.