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Sábado 30/11/2024
 
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La batalla por Varanasi cierra las elecciones en la India

Los mayores comicios de la historia llegan a su fin tras diez fases de votaciones que comenzaron el 7 de abril, en las que 814 millones de personas estaban llamadas a las urnas en todo el país

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Varanasi, la ciudad más sagrada del hinduismo, es escenario hoy de la última batalla de las maratonianas elecciones indias, en una jornada en la que el favorito nacionalista hindú Narendra Modi busca una victoria cargada de simbolismo.

Los mayores comicios de la historia llegan a su fin tras diez fases de votaciones que comenzaron el 7 de abril, en las que 814 millones de personas estaban llamadas a las urnas en todo el país.

Los resultados de unas elecciones marcadas por la ralentización de la economía, la falta de empleo juvenil, el alto precio de los alimentos y la corrupción se anunciarán el próximo viernes, día 16.

Hoy están en juego 41 escaños en los estados de Uttar Pradesh -la región que cuenta con más escaños en el Parlamento nacional-, Bihar y Bengala Occidental, según la Comisión Electoral de la India.

Sin embargo, todos los ojos están puestos en Varanasi, la más sagrada de las ciudades de un país profundamente religioso y plagado de lugares sacros para el hinduismo y donde por primera vez se presenta un candidato a primer ministro, Modi, del opositor Bharatiya Janata Party (BJP).

"El comienzo del viaje del desarrollo comenzará de los 'ghats' (plataformas que dan al río) de Varanasi", ha repetido el político de 63 años en los últimos días, en una campaña en la que ha resaltado el crecimiento económico por encima del mensaje hindú.

En esta ciudad milenaria, donde los hindúes creen que la muerte aquí rompe el círculo de reencarnaciones y se alcanza la liberación, uno de cada seis votantes es musulmán, una circunstancia que juega en contra de Modi, quien también se presenta en otro distrito del estado de Gujarat, más seguro para sus intereses.

El gobernante de Gujarat, uno de los estados más prósperos del país, ha sido señalado por la matanza en 2002 de casi un millar de musulmanes, aunque fue absuelto por diversas investigaciones judiciales.

A pesar de ello, el político despierta temor entre las minorías religiosas del país asiático por su pasado como activista del RSS, un grupo radical hindú.

El principal contrincante de Modi por el escaño de Varanasi, donde en 2009 ganó el BJP, es el activista anticorrupción Arvind Kejriwal, al frente del Partido del Hombre Común (AAP).

Kejriwal repite una estrategia que le dio resultado en las elecciones municipales de Nueva Delhi en diciembre, cuando derrotó en su distrito a Sheila Dikshit, quien gobernó la capital durante 15 años con el Partido del Congreso.

Tras el inesperado éxito de su debut electoral, el activista anticorrupción sólo gobernó Delhi durante 49 días, pues dimitió al no lograr que se aprobase una ley anticorrupción en la asamblea municipal.

El tercer político en discordia es Ajay Rai, candidato del gobernante Partido del Congreso, formación que llega muy desgastada a las generales tras una década en el poder acosado por casos de corrupción, la ralentización de la economía y la alta inflación.

Rahul Gandhi, el delfín de la dinastía Nehru-Gandhi que ha gobernado la India en la mayor parte desde que obtuvo la independencia del imperio británico en 1947, no convence, según las encuestas a los votantes, que le ven inexperto, distante y sin carisma.

Estos maratonianos comicios van camino de convertirse en los que han contado con la mayor participación de votantes en la historia de la India independiente, con un 66 %, similar al récord establecido en las elecciones de 1984 y muy por encima del 57,9 % de 2009.

En el proceso electoral en la India han abierto 930.000 colegios electorales, un 12 % más que hace cinco años, con 1,4 millones de urnas electrónicas.

Las máquinas para votar se transportan a las zonas más remotas por aire, carretera, mar e incluso con mulas y elefantes.

En el proceso electoral trabajan 11 millones de personas.

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