Al rey lo que es del rey

Podremos lamentarnos, buscar culpables. Podremos llorar amargamente y recurrir al victimismo. Podremos tener la sensación de que otro resultado hubiera sido posible y gritar bien alto que el Real Jaén merece y tiene que estar en segunda división, pero al rey lo que es del rey. El Real Jaén ha realizado una buena temporada en la Liga Adelante, una categoría repleta de grandes equipos con presupuestos que sonrojan en muchos casos y con plantillas amplias y muy acostumbradas a trabajar con presión. El equipo blanco ha regalado a la afición y a toda la ciudad tardes inolvidables con un equipo modesto bien dirigido por Manuel Herrero, para el que solo debe haber palabras de agradecimiento. Hemos bajado, hemos perdido partidos que de haberse ganado habrían dejado al club en segunda, al igual que hemos ganado otros que ni por asomo hubiéramos soñado al inicio de la temporada. El Real Jaén has sido un equipo ensalzado a nivel nacional en muchas ocasiones, un grupo de jugadores compactado y bien dirigido por su entrenador al que solo le ha faltado gol. Nada más. Y los goles hacen que se ganen más partidos. Pero hay que meterlos pese a otros once jugadores que ni están cojos ni conocen de las ilusiones de esta afición y esta ciudad. El Real Jaén ha bajado, pero, al contrario que en otras ocasiones, ha regalado una buena temporada. Esto era la Liga Adelante, con mucho Goliat contra el que un David sin honda nada puede hacer.