La demanda de alquileres en la ciudad en los meses de junio y julio se llena de estudiantes que quieren dejar resuelta la cuestión de la vivienda antes de las vacaciones. Forman parte de una demanda cada vez mayor, que sigue copando el 90 por ciento del negocio de las inmobiliarias: el arrendamiento frente a la compra de viviendas. Las rentas para un piso de superficie media de dos dormitorios puede variar entre los 350 y los 500 euros al mes, frente a los 450 y 600 euros de hace dos años.
Según Diego Galiano, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad (API) y titular de AGA inmobiliaria, los precios en la compraventa llevan un recorrido a la baja desde el 2008, lo que no ha evitado que el mercado continúe cayendo por la falta de empleo de los ciudadanos y la falta de financiación. Aunque se considera que a final de 2014 los precios podrían tocar suelo. En el mercado solo se cierran operaciones si el precio es el adecuado a las actuales circunstancias económicas, lo que exige un especial esfuerzo de ajuste de precio por parte de los propietarios. El escenario de antes de la crisis ha cambiado y quien quiera vender debe negociar y ajustar. A esto se une que las entidades bancarias han empezado a competir con anuncios por el posicionamiento en el sector y las grandes franquicias inmobiliarias empiezan a abrir oficinas y delegaciones en las grandes ciudades. Paralelamente a esta caída de la compraventa se ha incrementado el alquiler, que permite mayor movilidad y menor riesgo.
Precio del suelo
En el primer trimestre de 2014 se realizaron en España 3.318 transacciones de suelo
urbano, un 18,5 % más que en mismo periodo de 2013. El precio medio del metro cuadrado del suelo descendió en el primer trimestre de 2014 un 10,0 % en tasa interanual (primer trimestre de 2014/primer trimestre de 2013), al situarse en 141,5 euros. Los precios medios más elevados, dentro de los municipios de más de50.000 habitantes, se dieron en las provincias de Madrid (523,6 €/m2), Barcelona (355,4 €/m2) y Álava (336,9 €/m2).