David Delgado desde la distancia, ya que reside en Estados Unidos, siente nostalgia por las carreras de caballos que se celebran en su ciudad natal. Ya sabe lo que es que uno de los caballos que monta en los entrenamientos gane en tierras norteamericanas. No está compitiendo como jockey en carreras. Desde el otro lado del charco manifiesta que “mi labor es trabajar con los caballos por la mañana y ayudar al al entrenador con su puesta a punto”.
Añade que “en inglés a mi trabajo se le llama assistand trainer. Y estoy contento por la cuadra y el entrenador con el trabajo, Kirk Ziadie, porque el año pasado ganamos la estadística de verano en los dos hipódromos de Miami: Calder Racecourse y Gulfstream Park”. Con respecto al gran espectáculo de las playas del sur que se celebran en su tierra deja claro que “por supuesto que me gustaría montar en Sanlúcar pero el trabajo es lo primero. En Estados Unidos hay gente que conoce las carreras de caballos de Sanlúcar pero con un poco de publicidad lo serían más más. A los americanos les encantan todo lo que sea espectáculo”.
De su pasado en las carreras de caballos asegura que “echo de menos Sanlúcar pero la verdad es que Florida es bastante parecido a España o Andalucía por el clima, la comida y la cantidad de gente hispana que aquí vive”. Siempre ha mantenido el peso y en este sentido señala que “estoy bastante en forma. Todas las mañanas me levanto a las 4.15 horas y monto casi a diario unos ocho caballos en los entrenamientos. También ayudo al entrenador a revisar que todos estén en el mejor estado posible”.
En su programación estaba viajar a Nueva York (Saratoga Racetrack) con una de las mejores yeguas de la cuadra para participar en una carrera importante, siendo el encargado de montarla por la mañana y revisar que todo esté bien antes de la prueba puesto que el entrenador no tenía previsto desplazarse. Carrera importante, como lo demuestra el hecho de el ganador se embolsa 300.000 dolares. La ausencia de David Delgado se echa de menos por lo que siempre ha significado en Sanlúcar.
