Ala gloria no se llega por caminos rectos. No. Se exige resistencia, superación, conocimiento y templanza, virtudes que conjuga cada vez mejor una onubense que sigue escribiendo con letras de oro su historia en el mundo del deporte. Carolina Marín se proclamó este domingo campeona del mundo de bádminton tras remontar una espectacular final a la número uno del mundo, la china Li Xuerui, que padeció en sus carnes la fortaleza mental y técnica de una inmensa Carolina.
La onubense consiguió este domingo un oro histórico para el bádminton nacional al derrotar a la china Li Xuerui, número uno mundial, por 17-21, 21-17 y 21-18 en 78 minutos en la final individual femenina del torneo que se ha disputado en Copenhague.
La onubense, actual campeona de Europa, entró en la historia al convertirse en la primera española en ser campeona del mundo de bádminton. Ganó a Li Xuerui en una hora y 17 minutos con remontada incluida por 17-21, 21-17 y 21-18. El partido comenzó con dominio de la china, que realizó un parcial de 5-0 sin dar opción a Carolina. Sin embargo, poco después, la onubense consiguió remontar levemente, aunque no superó a Li en ningún momento del set, pero sí que fue contrarrestando el juego directo de la asiática. Con un parcial de 5-0, Carolina recuperó parte de la ventaja de Li a mitad de set y, además, no permitió que la china se llevase la manga en el primer punto de set del que disponía, aunque no pudo evitar que Li ganase el primer set en 22 minutos por 17-21.
La segunda manga empezó más igualada, con ninguna jugadora consiguiendo una ventaja superior a dos puntos. El punto de inflexión del set llegó en el empate a 15, cuando Carolina comenzó a conseguir más puntos y a superar a la china a base de valentía en la ejecución de los puntos y una paciencia que resultó clave para materializar la remontada.
Ya en ese momento, la onubense entró en la historia del Mundial 2014 al ser la primera jugadora que superó los 17 puntos contra la china. Finalmente, esa ventaja dio a la española, número 9 del mundo, la oportunidad de llevarse el set que finalmente consiguió en 27 minutos por 21-17 y tras un error de la jugadora china.
Con un empate en el marcador, el campeonato se decidió en el último y definitivo set, que comenzó igual que el anterior, con máxima igualdad y con ambas jugadoras empatando constantemente, con alternativas en el marcador, y un punto de emoción que dio, aún más si cabe, un plus de proeza a lo que Carolina estaba a punto de lograr.
El juego de la onubense, con puntos largos y con calma, consiguió que la china realizase varios errores no forzados, con precipitaciones en el saque, y que Carolina se pusiese arriba en el marcador durante un tiempo, hasta que Li remontó justo antes de la pausa a la que se llegó con ventaja de 11-8 para la china. Pero Carolina no se arrugó. Sabía de antemano que tenía que luchar hasta el final si quería colgarse el oro mundial, y afrontó la parte decisiva del choque convencida de sus opciones de derrotar por primera vez en sus cuatro enfrentamientos a la, hasta ayer, emperadora del bádminton mundial.
La segunda parte de la última manga continuó con leves ventajas y empates. Tras el 15 iguales, Carolina se puso por delante y Li pidió parar el partido por problemas físicos. La pausa permitió a la china recuperarse levemente, pero la onubense consiguió ponerse con dos puntos de campeonato. Finalmente, con un error de Li, que restó a la red un saque corto de Carolina, la única mujer no asiática entre las 15 mejores del mundo, ganó el campeonato y la medalla de oro en una final apasionante.
Era el cuarto enfrentamiento entre las dos jugadoras y, hasta la victoria actual, Li tenía pleno con tres victorias (Open de Corea 2012, Londres 2012 y Open de Japón 2014). Carolina Marín, actual campeona de Europa, se convierte, de este modo, en la primera española en ganar un mundial de bádminton superando su actuación del año pasado en Cantón (China), donde llegó a los cuartos de final.
En el camino a la victoria, Carolina se deshizo de varias rivales importantes, entre ellas la china número tres del mundo Yihan Wang y la taiwanesa, número 8, Tzu Ying Tai.
Con 21 años Carolina Marín, 13 años después, conseguía que una jugadora europea se metiese en la final, y se convierte en la tercera en lograr el título, tras las danesas Lene Koppen (1977) y Camilla Martin (1999), un dato que pone de manifiesto el mérito de la volantista onubense. Es, por tanto, la primera vez en la historia que una española logra ganar el oro en una final del Mundial de Bádminton.
Sus lágrimas finales son el resumen del sacrificio y el trabajo que la ha llevado a que el nombre de Huelva esté en lo más alto gracias a una chica de 21 años que ha logrado traer a primera plana un deporte que, hasta ella, era prácticamente desconocido por el grueso del público español: Bád-min- ton.
La onubense ha hecho a sus 21 años historia en el bádminton español, en el que ha abierto brecha en el camino, como hicieron antes en otras especialidades Ángel Nieto (motociclismo), Severiano Ballesteros (golf) o Francisco Fernández Ochoa (esquí). Pero esta vez esta pionera llegó a la gloria antes que los hombres.
"Puedo porque pienso que puedo", es uno de los lemas de esta joven onubense, activa en las redes sociales, siempre sonriente, pero también autocrítica, con un enraizado espíritu de superación y un pensamiento positivo inquebrantable.
Muchos ven en ella la versión femenina de Rafa Nadal, su ídolo, al que trata de emular. Desarrolla similares gestos al celebrar puntos y victorias, aunque con su grito particular. Ambos son zurdos, tienen garra, carácter competitivo, una precocidad insultante y una progresión meteórica en la alta competición.
La onubense aún no cuenta con el mismo palmarés pero ya tiene el título mundial y este mismo año se proclamó campeona de Europa. En el anterior mundial fue quinta y hace dos años olímpica en Londres, donde precisamente la china Li Xuerui, número uno del mundo y plata, le impidió llegar más lejos.
Desde muy joven se convirtió en dominadora nacional, pero tenía claro que sus metas eran más altas y cómo llegar a ellas. Ante chinas, tailandesas, coreanas, etc. siempre reaccionó con motivación por acercarse a su nivel en lugar de mostrar excesivo respeto. Optó por ser osada, las estudió, y siempre se exigió un poco más. De hecho antes de este Mundial se concentró en Tailandia para entrenar con la anterior campeona mundial.
Seis años intensos han pasado desde que Marín dejó Huelva para pulirse en Madrid con Fernando Rivas como entrenador. No había transcurrido mucho tiempo desde que esa niña que taconeaba en las clases de flamenco fue un día a jugar al bádminton con una amiga y al final cambió de afición.
Sus primeros pasos fueron guiados por Paco Ojeda, alma mater del CB IES La Orden, una familia donde se crió la que se ha convertido en seria alternativa a la hegemonía oriental, una pionera con la garra de Nadal.