De forma polémica ha concluido el brevísimo acto de entrega del premio Cayetano Ordóñez, que otorga el Ayuntamiento de Ronda, concedido este año a Morante de la Puebla, ausente en el mismo como también ocurriera el pasado año.
Numeroso público, varios cientos de personas invitadas por el Ayuntamiento, Unicaja y el Centro Andaluz, se dio de nuevo cita en los jardines del Hotel Reina Victoria, tras caer la noche después de la goyesca. En torno a las 22.00, media hora depués de la hora prevista para la entrega del premio, se anunció la incomparecencia del ganador: "Quien no quiere un premio de Ronda, no merece ese premio", dijo la alcaldesa de la ciudad, Mari Paz Fernández, que fue aplaudida y jaleada por muchos de los presentes. Con un visible enfado, la regidora recordó que este año, por segundo consecutivo, el maestro de la Puebla se negó a recoger el premio: "Este año otra vez, por segunda vez. Y sin que nadie explique por qué", espetó Fernández.
Al pequeño escenario colocado sobre el abismo del Tajo, en los jardines exteriores del Victoria, se subieron además de la alcaldesa el vicepresidente de Unicaja, Manuel Atencia; el presidente del Centro Andaluz, Juan Harillo; y el concejal de Agricultura y Ganadería, Jesús Vázquez, quien dio lectura al fallo del jurado del premio y actuó como secretario.
No hubo más declaraciones.
Cabe recordar que el premio Cayetano Ordóñez se entrega bianualmente al matador que haya realizado la mejor faena en la goyesca, tras que el Ayuntamiento decidiera apoyar la entrega del premio Antonio Ordóñez que desde hace años viene organizando el Centro Andaluz. De este modo, ambos premios se entregan de forma alternativa, uno cada año. Morante eludió recoger el pasado año 2013 el premio Antonio Ordóñez, tras protagonizar su histórica encerrona en la goyesca de Ronda.
Según se supo, el matador permanecía en el propio hotel Reina Victoria mientras los organizadores del evento mostraban en público su enfado por no querer recogerlo. Durante la lectura del fallo, se supo que los miembros del jurado, media decena de personas, expertas taurinas, no se habían pronunciado de forma unánime sobre Morante.
