Con tan solo una media hora de retraso, alrededor de las 19.30 horas, se comenzó a desviar el tránsito de peatones y vehículos en la Aduana española en la frontera de Gibraltar. Al ser una hora en la que la que la mayoría de los trabajadores ya han concluido su jornada laboral, prácticamente no se dejaron notar los cambios.
La Agencia Tributaria y el Ministerio de Interior continúan de este modo con las obras previstas de reforma integral del recinto aduanero de La Línea que, de acuerdo con las recomendaciones de la Comisión Europea, facilitarán el tránsito de personas y vehículos, asegurando, al mismo tiempo, la máxima eficacia de los controles aduaneros.
Según el subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, está previsto que las obras estén totalmente finalizadas en octubre de 2015.
Tras las primeras fases de diseño, planificación, contratación y realización de obras que no afectaban al tráfico rodado, la fase de ejecución que se inicia ahora incluye la sustitución de viales y marquesinas, y los consiguientes cambios transitorios en el tráfico que afecta al recinto.
De este modo, y tras la oportuna coordinación con la Administración de Aduanas de Gibraltar, desde ayer y hasta la medianoche del sábado, se mantiene un primer desvío de vehículos y peatones tanto de entrada a La Línea como de salida hacia Gibraltar. El objetivo es la retirada de la marquesina destinada al control policial de salida de vehículos no comerciales y de entrada y salida de peatones.
Los vehículos no comerciales son desviados hacia el actual acceso de vehículos comerciales, en la zona más oriental del recinto. Se mantiene el número actual de carriles; esto es, uno de bicicletas y motos, uno verde, otro rojo y de trabajadores acogidos al nuevo sistema para la agilización del tránsito.
El acceso de peatones a La Línea se desvía al actual acceso a La Línea de vehículos no comerciales. Desde allí parte un carril debidamente vallado que los conduce hasta el acerado de entrada al edificio de viajeros. En sentido inverso, los peatones que se dirigen a Gibraltar siguen el mismo recorrido que los vehículos a través de un carril peatonal paralelo debidamente habilitado.
El diseño de estos desvíos provisionales se ha llevado a cabo teniendo como primera premisa generar el mínimo impacto posible sobre la circulación de personas y vehículos.
