En una ceremonia oficial celebrada en el Castillo de Praga, el presidente del país, Vaclav Klaus, nombró oficialmente jefe de Gobierno a este experto en estadística de 58 años.
“Acepto esta tarea con responsabilidad”, declaró Fischer nada más jurar ante el jefe de Estado su fidelidad al país y a la Carta Magna. Añadió también que llega a la cabeza del Gobierno “como persona apolítica y especialista, pero como alguien con la suficiente y larga experiencia en la Administración pública”.
Añadió también que llega a la cabeza del Gobierno "como persona apolítica y especialista, pero como alguien con la suficiente y larga experiencia en la Administración pública".
Fischer matizó que el suyo "no será un Ejecutivo de nuevos planes, sino de trabajo duro", y reiteró el "deseo ante todo trabajar en servicio del país, para llevarlo a las elecciones anticipadas con tranquilidad y habiendo cumplido todos los compromisos".
El nuevo jefe del Ejecutivo elegirá como ministros a los candidatos independientes propuestos por los partidos políticos y se espera que el equipo sea nombrado por Klaus antes del 9 de mayo.
"Deben ser técnicos, capaces de dirigir sus resortes ministeriales, pero que no tienen ambición política", ha señalado el primer ministro saliente, Mirek Topolanek, que forjó un pacto con los socialdemócratas para superar la crisis creada tras la caída del Gobierno en una moción de censura hace dos semanas.
Se trata, sin embargo, de una solución que ha despertado el recelo de los abogados constitucionalistas, ya que la Carta Magna prevé mecanismos distintos para resolver este tipo de turbulencias gubernamentales y la convocatoria de comicios anticipados.
En cualquier caso, hasta la investidura del nuevo Ejecutivo, Topolanek y su Gobierno dimisionario deberán todavía ejercer momentáneamente responsabilidades comunitarias, entre las que destaca la cumbre de la UE con seis países de Europa del Este con aspiraciones de integración.
Klaus, cuyo papel en esta crisis de gobierno ha sido objeto de muchas especulaciones en la prensa, señaló que la complicada situación en que se ha visto envuelta la República Checa sólo acabará definitivamente con la ratificación del nuevo Gobierno por los diputados.