Que el Ayuntamiento de Jaén se encuentra en situación de ruina económica es algo ya conocido, y que el propio alcalde recuerda una y otra vez. Por eso sorprende que, en este escenario de asfixia financiera, el gobierno municipal esté prestando servicios públicos básicos cada día a un precio más costoso.
Tanto es así que la propia Intervención municipal ha puesto ya varios reparos en el gasto.
Ocurre con el servicio de recogida de la basura, cuyo contrato con la empresa FCC expiró en junio de 2012. El hecho de no haber aprobado aún un nuevo pliego hace que al Ayuntamiento le cueste cada día 24.000 euros más la prestación de este servicio. Además, como ha admitido el propio Ayuntamiento, hay zonas de la ciudad (entre ellas la parte abajo del bulevar) donde no llega el servicio de limpieza viaria.
Otro servicio público que está provocando un sobrecoste para las arcas municipales es el de la gestión de la zona azul. El PSOE denunció ayer que el equipo de gobierno sigue sin entregar el servicio a la empresa pública de aparcamientos Epassa, a pesar de que el contrato con la empresa concesionaria que se encargaba de su explotación expirase el pasado diciembre.
La concejal socialista Matilde Cruz recordó que, en octubre de 2013, en el pleno municipal, Fernández de Moya aprobó “el rescate” de la zona azul y el servicio municipal de grúa, en manos de dos empresas concesionarias. Asimismo, se anunció que la explotación de estas dos actividades correría desde entonces a cargo de Epassa, “una sociedad que en sus últimos ejercicios presenta números rojos por arrastrar la losa de la construcción del aparcamiento Avenida, que costó 24 millones, el doble de lo presupuestado, y del paso elevado de la antigua Muñoz Grandes, que costó otros 6 millones”.
Epassa sí ha asumido los gastos derivados del servicio de grúa, personal y mantenimiento de vehículos mientras que los ingresos por este concepto los recibe directamente el Ayuntamiento.
Para compensar de esta carga negativa se anunció la entrega mediante encomienda de gestión a Epassa de la zona azul. En la teoría, la sociedad pagaría un canon al Ayuntamiento y asumiría los ingresos por estacionamiento en estas zonas.
“En la práctica, esto no ha ocurrido. La concesionaria terminó su contrato en diciembre de 2013 y el alcalde de forma chapucera va prorrogando mes a mes su relación con la empresa, bordeando con ello la legalidad”, criticó Cruz. A su juicio, esta situación perjudica Epassa, a la que se está privando de recibir estos ingresos que le permitan compensar y aliviar la carga que supone este “ruinoso trato”.
Además, según Cruz, desde hace 11 meses los 7 trabajadores del servicio de zona azul “viven en una situación de indefinición pendientes de su traspaso a Epassa y siguen a la órdenes de una empresa que prorroga sus servicios cada 30 días”.
Por si fuera poco, el Interventor ha advertido al equipo de gobierno de la necesidad de atender pagos por casi 10 millones de euros a particulares para ejecutar las sentencias a las que ha sido condenado el Ayuntamiento, principalmente por indemnizaciones por expropiaciones y otras obras realizadas.
