El portavoz municipal de Izquierda Unida en Sevilla, José Manuel García, ha celebrado este jueves el acuerdo alcanzado entre la Corrala Esperanza y La Caixa, gracias al cual la entidad financiera facilitará alquileres sociales a las familias en situación de exclusión que desde diciembre de 2012 ocupaban varias viviendas vacías en un edificio de la calle Mariano Benlliure, entre las avenidas Andalucía y Cruz del Campo.
García, en un comunicado, ha mostrado su satisfacción porque "al final se ha hecho justicia", demostrándose una vez más que "la movilización y la organización sirven para mejorar las condiciones de vida de la gente". En su opinión, la "victoria" de la Corrala Esperanza "nos marca el camino a seguir", que no es otro -ha precisado_que el de "la presión ciudadana y el acuerdo para garantizar la función social de la vivienda".
"Trasladamos nuestra felicitación a estas personas por la lucha ejemplar que han mantenido por su derecho a un techo digno", ha indicado García, quien también ha resaltado el "discreto y valioso papel de intermediación" desempeñado por la Consejería de Fomento y Vivienda, que dirige IU, y el Defensor del Pueblo Andaluz para que la negociación llegase a buen puerto, como así ha ocurrido finalmente.
En contraste con este reconocimiento, García ha lamentado, en cambio, que el Gobierno de Zoido "no haya querido saber nada de este caso" y se haya empeñado en "seguir siendo parte del problema y no de la solución", a pesar de la situación de emergencia habitacional que existe actualmente en la capital hispalense.
Por último, García ha reiterado la necesidad de que el Ayuntamiento dé "inmediatamente" un giro de 180 grados a la "nula" política de vivienda que el PP viene practicando hasta hoy. Y es que, a su juicio, "no es de recibo" que, en el contexto de crisis actual, el Consistorio continúe disponiendo de más de 500 pisos vacíos; insista en desmantelar Emvisesa cuando más falta hace; mantenga abierto numerosos procedimientos de desahucio en los juzgados contra familias que no pueden pagar su alquiler; y, en definitiva, siga negándose, con excusas de lo más variopinto, a atender las demandas de techo de la población sevillana.