El Gobierno ruso ha aprobado una nueva legislación que castiga el uso de paraísos fiscales por parte de compañías e individuos rusos como parte de un conjunto de regulaciones promovidas por el presidente, Vladimir Putin, para restar incentivos a esta práctica.
A grandes rasgos, la nueva ley modifica el código fiscal para que los propietarios de empresas con sede en el extranjero paguen sus impuestos en Rusia. En este sentido, se introduce el concepto de "compañía extranjera controlada" a cualquiera en la que un 25 por ciento de la misma sea posesión de un ciudadano o empresa rusa.
Así, la legislación apunta a "la creación de un mecanismo" para que estas "compañías extranjeras controladas" distribuyan "sus ingresos para beneficio de entidades rusas", según la declaración emitida este sábado por el Gobierno ruso.
El Gobierno remitirá esta legislación al Parlamento ruso, donde podría ser objeto de alguna enmienda pero no se prevé que se enfrente a una oposición contundennte.