El acusado de matar a su hermano en La Rinconada (Sevilla) en el 2013, Francisco G.C., ha reconocido hoy un vínculo con un empresario y aristócrata tiroteado en el 2012, un caso aún sin resolver, del que ha dicho que le quitó su casa por una deuda que había contraído cuando le alquiló su finca.
El acusado, durante el interrogatorio de la fiscalía en el juicio que se sigue en la Audiencia de Sevilla con jurado popular, ha afirmado que el empresario le alquiló una finca de 55 hectáreas durante cinco años para sembrar patatas, aunque ha asegurado que luego se la "usurpó".
En vez de recurrir a la violencia, ha enfatizado, fue a los juzgados, aunque al final tuvo que entregar su casa, valorada entre 120.000 y 150.000 euros, como dación en pago de la deuda contraída, y en abril de 2013 la tuvo que abandonar.
La Policía estableció que la pistola usada para matar al agricultor era la misma que se usó en el intento de asesinato del empresario Jaime M.P., un caso que sigue sin esclarecerse y respecto al cual el juez encargado de su investigación, titular del juzgado de instrucción 18 de Sevilla, ha reprochado la "falta de colaboración" de la víctima.
El empresario fue atacado a las 7.30 horas del 5 de abril del 2012 cuando estaba parado con su coche en un semáforo de la calle Virgen de Setefilla de Sevilla y, sin mediar palabra, un desconocido se le acercó y le disparó un tiro en la cabeza, que le entró por la sien izquierda y le salió por el ojo derecho sin matarlo.
Hasta ahora no había trascendido un posible vínculo entre el ataque que sufrió el empresario y la muerte del agricultor, que recibió tres disparos en la cabeza.
Según la Fiscalía, que pide 22 años para el acusado, de 47 años, el acusado le disparó el 16 de junio del 2013 "de frente y a escasamente un metro de distancia, haciendo con ello imposible cualquier reacción defensiva".
Primero hizo dos disparos, uno que impactó en el ojo izquierdo de su hermano y otro en la región temporal, lo que provocó la caída de la víctima, y una vez en el suelo Francisco G.C. hizo un tercer disparo, "a cañón tocante" apoyando el arma en la sien izquierda.
En el interrogatorio, el acusado ha admitido que apenas tenía contactos con su familia y ha establecido en unos 30.000 euros la deuda que mantenía su hermano con él.
Ha asegurado que no tenía una pistola y que carecía de licencia de armas, y ha enfatizado que "los únicos tiros que pegué fue en 1985 en la mili".
Respecto a su hermano, ha negado que lo hubiera matado porque le quería, lo que ha provocado un murmullo de desaprobación entre los familiares presentes en la sala, y ha afirmado que no conocía a nadie que le pudiera desear la muerte.
El acusado ha subrayado que la víctima era una persona "normal" y "honrada", cuyo único defecto era que "daba largas a la gente con los pagos" de dinero.
Según la Fiscalía, el acusado, "en ejecución de un plan preconcebido", se dirigió sobre las 10 horas del 16 de junio del 2013 al polígono La Jarilla de La Rinconada en su coche, a sabiendas de que su hermano Manuel, con el que mantuvo durante años "fuertes rencillas y una relación casi nula", solía acudir solo para realizar determinados arreglos de maquinaria.