La Guardia Civil ha localizado y destruido artefactos explosivos de la Guerra Civil española en una veintena de municipios de la provincia en lo que va de año, donde se han hallado desde proyectiles de artillería, a granadas de mano, cartuchos de dinamita o bombas de aviación.
La actuación del Equipo de Desactivación de Explosivos (Edex) suele venir precedida de la llamada de alerta de ciudadanos que dicen haber encontrado un artefacto explosivo. Es habitual que salgan a la luz al realizar labores agrícolas o a causa de la lluvia, cuando se producen desprendimientos, según han informado a Europa Press fuentes del Instituto Armado.
Otra de las situaciones habituales en las que suelen encontrarse arsenales de la Guerra Civil es cuando se produce la herencia de una vivienda y los familiares descubren que el propietario coleccionaba este tipo de artefactos, como ocurrió el pasado octubre cuando se halló en un domicilio de Güéjar Sierra un pequeño arsenal compuesto por nueve granadas, cartuchos de pistola y botes de humo.
También se han encontrado al realizar obras en viviendas, como ha siso el caso de un hombre en Cenes de la Vega que estaba excavando en la rampa de acceso al garaje de su domicilio para construir una caseta para el perro y halló un proyectil.
En lo que va de año la Guardia Civil ha localizado ocho proyectiles de artillería, 14 granadas de mano y 36 granadas de mortero. También una bomba de aviación de 50 kilos, 74 cartuchos de dinamita; 15 metros de mecha lenta; 38 detonadores, así como cartuchería, botes de humo y bengalas de señalización.
El municipio donde más arsenales de la Guerra Civil se han localizado hasta la fecha ha sido Gualchos, con un total de cuatro incidencias registradas por el equipo de desactivación de Explosivos. Le siguen Cenes de la Vega y Granada capital con dos incidencias cada uno. Junto a ellos se encuentran otros como Pinos Puente, Capileira, la Sierra de Lújar o Almuñécar.
Cuando estos artefactos son hallados, los agentes buscan un lugar seguro para detonarlos de forma controlada, siguiendo el protocolo. Desde el Instituto Armado recuerdan que esta clase de explosivos no deben ser manipulados ante la posibilidad de que explosionen a pesar del tiempo transcurrido.