El padre Román, considerado cabecilla del denominado clan de "Los Romanones", ha abonado ya la fianza de 10.000 euros impuesta por el titular del Juzgado instructor 4 de Granada, Antonio Moreno, que ha autorizado su puesta en libertad, han informado fuentes judiciales.
Los otros tres acusados por supuestos abusos sexuales, dos sacerdotes y un profesor de religión, han quedado en libertad con cargos.
El juez instructor les imputa distintos delitos contra la libertad e indemnidad sexual.
Declaración ante el juez
Los tres sacerdotes y el profesor de religión detenidos en Granada en la investigación por presuntos abusos sexuales contra al menos un menor han declarado ante el juez instructor tras permanecer dos días incomunicados en la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental.
Los detenidos han ido pasando desde primeras horas de esta mañana a disposición judicial de uno en uno, a medida que el titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Granada, Antonio Moreno, lo ha ido requiriendo.
El último en hacerlo, a primeras horas de esta tarde, fue sel padre Román, que da nombre al conocido en ámbitos eclesiásticos como el grupo de Los Romanones, al que pertenecen el resto de los acusados.
Este cuarto detenido, considerado el cabecilla del grupo, fue también el último en declarar ante la Policía Nacional -lo hizo esta mañana, mientras que el resto prestó declaración durante el día de ayer-, según han informado fuentes del caso.
Ante la Policía, los acusados negaron los hechos y mantuvieron su inocencia, como han sostenido desde que fueron detenidos el lunes pasado.
Torres-Dulce
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha considerado hoy "execrables" y "especialmente graves" los presuntos abusos sexuales, aunque de momento no ha querido avanzar si se pedirá prisión para los cuatro.
Esta mañana, coincidiendo con la puesta a disposición judicial de los acusados, en la parroquia San Juan María Vianney de Granada, donde oficiaba misa el padre Román, ha aparecido pintadas con acusaciones de pedofilia y pederastia.
Se trata de tres grandes pintadas en rojo repartidas entre la entrada principal al centro parroquial y los laterales del edificio, ubicado en el populoso barrio del Zaidín.
En dos de ellas se puede leer "Sucios pederastas" y en una tercera "Pedófilos".
La causa tiene su origen en la denuncia que un joven de 24 años interpuso en octubre por supuestos abusos sexuales ante la Fiscalía, después de recibir en agosto una llamada telefónica del papa Francisco, que le pidió perdón en nombre de la Iglesia tras leer el escrito en el que le relató los hechos, ocurridos cuando era menor.
En los últimos días se ha sumado una segunda denuncia presentada por un testigo de los supuestos abusos sexuales investigados, que en su momento prestó declaración y que con posterioridad decidió convertir su testimonio en una denuncia ampliando datos y nombres.
La Policía ha abierto diligencias para volver a tomar declaración a este testigo, según ha informado hoy a Efe el subdelegado del Gobierno en Granada, Santiago Pérez, quien ha detallado que fueron las fuerzas de seguridad las que instaron a esta segunda persona a que, si se sentía afectada o perjudicada, denunciara los hechos ante el Juzgado.
El papa Francisco dijo ayer, en alusión a los presuntos abusos, que "la verdad es la verdad y no debemos esconderla".