Ya sea por la crisis o por la falta de oportunidades laborales, lo cierto es que los gaditanos están comprando más lotería de Navidad que el año pasado. Así lo explica Dori, propietaria de la Administración Arias, una de los establecimientos más afamados de la capital, ubicado en la Plaza de San Juan de Dios. “Este año se ha percibido un cambio, estamos notando que la gente está más animada por los comentarios que hacen en la administración. El mes de noviembre suele ser el más flojito y ha sido muchísimo mejor que el año pasado”.
Los números estrella del establecimiento han sido el trece, el de Medinaceli, 1812, 2012 y el de la Asociación Reyes Magos de Cádiz. Las terminaciones preferidas por los gaditanos son el 3, el 5 y el 7.
El día 22, Dori suele seguir el sorteo desde su casa, pero este año lo hará desde la administración porque cae en lunes y es un día fuerte para el negocio.
Los loteros también se están buscando las mañas para atrapar al público, como por ejemplo con el décimo del barrio. El miedo a que le toque al vecino y nos quedenos con la “cara rota” el día del sorteo, hace que la gente muerda el anzuelo.
El anuncio de la Navidad ha calado fuerte entre los gaditanos, aunque eso sí todos los encuestados por este periódico coinciden en señalar que el gesto honra al camarero del anuncio pero tiene poco reflejo en la realidad, “porque hoy día nadie hace eso”.
El domingo 21 las administraciones de loterías estarán abiertas hasta las 12 de la noche. Que la suerte les acompañe.
Un goteo constante de turistas
En la administración de la calle Nueva también se ha agotado el número 13 y las terminaciones más vendidas también han sido el 5 y el 7. “Hasta el final de verano vendimos bastante bien, porque los turistas compran mucha lotería”, asegura Óscar, el propietario del establecimiento.
Los gaditanos prefieren comprar en ventanilla
Aunque desde hace años los décimos se pueden adquirir por Internet, los gaditanos son más dados al método tradicional. Para muchos, supone un ritual ir a la administración y adquirir el número que jugará ese año. Por este mismo motivo, prefieren el décimo tradicional al que expiden las máquinas. Al fin y al cabo es un sorteo que se mantiene por pura tradición, ya que es el más costoso de todos cuantos existen en comparación con el premio que ofrece.