Las autoridades indonesias recuperaron hoy siete cadáveres procedentes del avión Airbus 320-200 de AirAsia siniestrado el pasado domingo con 162 personas a bordo en el este del archipiélago, según la prensa local.
De los cuerpos rescatados cuatro son hombres y tres mujeres, incluida una azafata, dijo Bambang Soelistyo, director de la Agencia Nacional de Búsqueda y Rescate (Basarnas) de Indonesia, según el canal "Channel NewsAsia".
El copiloto del avión de rescate Hercules C130 de la Fuerza Aérea indonesia, teniente Tri Wobowo, indicó que también avistaron desde el aire restos del aparato y del equipaje flotando frente a las costas de Borneo, en el mar de Java.
"Hay entre siete y ocho cadáveres. Tres de ellos todavía tenían las manos unidas", dijo el piloto, según el portal indonesio "Kompas".
Un temporal con olas de más de tres metros obligó a suspender las tareas de búsqueda, en las que además del resto de los cadáveres se trata de recobrar las cajas negras de la aeronave para saber exactamente qué sucedió.
Un barco que participa en las labores de búsqueda localizó gracias a sus equipos de sonar el punto exacto donde reposa la aeronave, situado a unos tres kilómetros donde se avistaron el martes los primeros restos.
Las autoridades no precisaron si el aparato se encuentra de una sola pieza o se ha partido, ni se pronunciaron sobre los informes de algunos medios locales que señalan que el avión se encuentra boca abajo.
Un helicóptero que transportaba dos cadáveres arribó al aeropuerto de Pangkalan Bun, en la isla de Borneo, desde donde serán transportados en avión hasta Surabaya.
En esta ciudad de la isla de Java, lugar de despegue del avión siniestrado, se ha habilitado un centro para que los médicos forenses puedan comenzar con la identificación de los cadáveres a fin de devolver los restos mortales a los familiares de los fallecidos.
El avión de la aerolínea de bajo coste AirAsia despegó el domingo pasado de Surabaya con destino Singapur, donde tenía previsto aterrizar unas dos horas después.
Embarcaron 155 pasajeros y una tripulación de siete personas, entre ellos 155 indonesios, tres surcoreanos, un británico, un francés (copiloto), un malasio y un singapurense.
El piloto solicitó a la torre de control en Indonesia virar ligeramente a la izquierda y subir de altitud para evitar una tormenta antes de que se cortase la comunicación.
El avión de la aerolínea de bajo coste no emitió ninguna señal de socorro.
"Mi corazón está lleno de tristeza por todas aquellas familias implicadas en el (vuelo) QZ8501. En nombre de AirAsia, mis condolencias", escribió Tony Fernandes, presidente de la aerolínea, en su cuenta de Twitter.