Vicente Iborra se ha convertido en el mejor refuerzo del mercado de invierno para el Sevilla. El valenciano, que ha venido atravesando momentos personales difíciles de digerir, ha vuelto a vestirse de corto en el momento que más lo necesitaba el equipo tras la marcha de M'Bia a la Copa África. Así, el mediocentro ha disputado los últimos dos encuentros, Granada y Almería, completando además los 180 minutos jugados.
Si ahondamos en la particular historia del exlevantinista nos topamos varios episodios que desde su llegada le ha cohibido para jugar menos de lo debido. En primer lugar, las sensaciones de Emery sobre éste. El vasco quiere músculo e intensidad en la medular y Vicente Iborra tiene mucho de los primero pero quizás no tanto de lo segundo, aunque para muchos su nivel táctico es exquisito y sabe cuando y donde debe estar para anticiparse. Aún así, Emery tiene claro que no es un jugador de su especial devoción. Pero llegó la nueva y actual temporada y el rumbo pareció cambiar para el mediocentro, que se hizo con un puesto en el once junto a Krychowiak, pero mientras el Sevilla negociaba con M’Bia. Entonces se abrió el capítulo judicial, quizás el gran obstáculo en estos últimos meses, ya que en septiembre fue llamado a declarar y en diciembre fue imputado. Además, de por medio una lesión de tobillo que lo tuvo al margen aproximadamente un mes y medio.
Pero con el nuevo año y con la marcha de M’Bia a la Copa África, el valenciano volvió a tomarle el pulso al plantel y así ha sumado dos encuentros consecutivos como titular y además haciendo un gol vital en Almería. Parece que la racha continuará al menos por un mes, y es que si el Sevilla no tiene planteado, como ya hemos contado, fichar en enero, en Iborra podría encontrar a su mejor refuerzo. Por cierto, para los curiosos... Esta temporada ha participado en nueve encuentros en los que el Sevilla no conoció la derrota.