Los jóvenes malagueños se manifiestan interesados en la política; pero dicen no sentirse atraídos por la forma de hacer ni de explicar la política de los actuales dirigentes y candidatos a gobierno.
En la recta final de la campaña para las elecciones autonómicas, hemos hablado con los jóvenes, algunos de los cuales se estrenarán en las urnas este domingo 22 de marzo.
Saben que la política va con ellos. Con ellos y con el resto de la ciudadanía. Va con todos. Afecta a todos. Pero, no lo ocultan: les aburre, les cansa y hasta llega a desesperarles.
No es una cuestión de partidos políticos. Ni de izquierda, derecha o centro. Es una cuestión de personas, de discursos, de conexión. Y da igual color o siglas porque a los jóvenes, al menos a los encuestados por Ondaluz TV, no llegan.
Las conclusiones a los que llegan los estudiantes, aquellos invocados como el futuro por parte de todos los aspirantes y candidatos a gobernar alguna institución, es triste. Participan en la política porque saben que es su obligación hacerlo. Porque saben que la democracia y el derecho a voto no es un regalo de la historia, sino un logro que costó vidas. Pero tienen serias dudas de que quienes están al frente del destino de su país tengan algún interés en mejorar la vida de sus convecinos.