El Colegio Oficial de Ingenieros Agrónomos de Andalucía (COIAA) entregaba ayer a la Caja Rural el primer Premio San Isidro a la Excelencia Agroalimentaria en la provincia. Es la primera vez que este reconocimiento se entrega en Jaén y se elegía, por unanimidad, a la entidad financiera jienense por su larga implantación y los servicios prestados, muy especialmente los relacionados con el mundo rural, y la industria de transformación e innovación en el sector del aceite.
Así se recogía en el acta de concesión del premio leída, por Domingo Solís, vocal de la Junta de Gobierno de COIAA, al comienzo del acto, celebrado en el salón de actos del edificio de Caja Rural situado en Geolit.
Para Carlos Pinilla, delegado en Jaén de COIAA, la Caja Rural hace un buen trabajo para que se consiga la excelencia , estando detrás y facilitando la modernización de empresas agroalimentarias y la realización de proyectos innovadores, porque “para la excelencia lo primero es disponer de dinero”.
El presidente de Caja Rural, José Luis García Lomas, que comenzó su intervención haciendo alusión al nombre del premio, San Isidro el patrón de los labradores, aseguró recibir el reconocimiento en nombre de la entidad con satisfacción innegable, pero también como acicate para seguir trabajando por la provincia de Jaén. Asimismo, recordó que Caja Rural lleva 58 años implantada en la provincia, donde es líder en el sector desde hace un cuarto de siglo, con 154 oficinas.
Conferencia
Tras la entrega de una placa y un diploma acreditativo del premio, el catedrático de Comercialización e Investigación de Mercados y hasta ayer rector de la Universidad, Manuel Parras, habló de la comercialización del aceite.
Entre otras reflexiones aseguró que el futuro de la provincia no está en las instituciones sino en los jienenses y apuntó nuevos mercados para el aceite jienense, con menos competencia y proclives a consumir aceite con independencia del precio del mismo, como Luxemburgo, Suiza, Bélgica, Austria o Irlanda.
