Su nombre es Robot Social IO y es una creación de Bernardo Ronquillo, un ingeniero sevillano interesado en la Psicología y en la inteligencia artificial.
El robot está diseñado como una herramienta del terapeuta, de manera que, mediante la programación de determinados ejercicios, el usuario y la familia puedan trabajar en el desarrollo de las habilidades emocionales y del lenguaje, áreas en las que las personas con autismo tienen especiales dificultades.